19 noviembre, 2016

Y si...

Llevo un tiempo queriendo escribir algo que no me sale, que soy incapaz de escribir, de plasmar en papel o incluso en esta fría pantalla. Surge mientras estoy a punto de dormir, o al despertar, mientras conduzco o mientras trabajo, pero siempre cuando no tengo ni el tiempo ni la posibilidad de coger papel y pluma y dejarlo fijado en algún sitio que no sea solo mi memoria.
Sigo siendo monotema, lo siento. Sigue siendo sobre él, sobre ti si es que aún me lees.
Supongo que es el vacío que me queda, o más bien la espinita clavada que no termina de salir y que se queda ahí, notándola pero sin doler. Porque ya no dueles, o al menos no de la misma forma.
Es curioso como algunos sentimientos se esfuman y se transforman, convirtiéndose en una simple presencia momentánea, pero otros.... bufff. Otros siguen intactos.
Sigo queriéndote igual, te tenga o no, aparezcas o no de vez en cuando por mi vida. Sigo pensando en ti cada mañana y cada noche. Sigo añorando lo que pudo ser y no fue.
A veces me pregunto qué fuimos el uno para el otro, y siempre me digo que estuvimos a nada de serlo todo. Y esa pequeña incertudumbre no se va, ni se irá.
A menudo aún imagino esa posibilidad. Nos imagino juntos, y se me pasan por la cabeza miles de preguntas.... 
Me pregunto a que saben tus besos, como de suave será tu piel por las mañanas, que se sentirá al dormir juntos y despertar a tu lado un día tras otro. Y por supuesto, como será sentirse amada por ti, en todos los aspectos.
Esa duda, ese "y si hubiésemos probado", "y si nos hubiésemos probado" es lo único que ahora duele... Eso que se va a quedar ahí clavado porque nunca sabremos si hubiera funcionado, si hubiésemos funcionado juntos, porque dio miedo intentarlo o porque no era el momento.
También pienso a veces que lo mejor hubiese sido intentarlo y probar a estar juntos y decir que no funcionaba, que no eramos compatibles más que a un nivel platónico. 
Y así, solo así, me conformaría con mi desastrosa vida porque no tengo nada mejor a mi alcance, y así, solo así, dejaría de soñarte, quererte y anhelarte, porque así, solo así sabría que no eres para mi.


29 mayo, 2016

Releer.

Siempre he contado lo que me apasiona leer. Que mi mente se deshaga entrando en otros mundos que no son el mío, en otras historias de otra gente que no se parecen a mi. Y disfruto de cualquier lectura, de cualquier historia que me atrape, que suelen ser casi todas.
No tengo un gusto definido ni un estilo que prevalezca por encima de los demás.... a veces es el título o la portada la que hacen que sienta una necesidad imperiosa de enfrascarme en sus páginas. Lo que me lleva a grandes descubrimientos y a grandes chascos, para que negarlo.
Y a veces, solo a veces, me gusta releer. Generalmente porque revivir las sensaciones que me invaden con ciertas historias es un placer.
Tengo mis dos libros fetiche que leo necesariamente cada pocos años.... uno de ellos lo leí con 13 años y lo ha estado haciendo cada 4 o 5 desde entonces. Y siempre cambia mi forma de verlo y de leerlo. Yo con el tiempo no soy la misma y por lo tanto lo que leo no lo asimilo de la misma manera. 
Otro lo leí con 21 y aunque me cuesta ponerme a leerlo por completo de nuevo siempre que puedo lo abro al azar por cualquier pagina y leo unos pocos capítulos. No es la primera vez que leo más de lo que me propongo y me quedo una noche en vela redisfrutando de una historia fascinante.
Pero últimamente me está dando por recordar frases o fragmentos concretos que quisiera volver a vivir, pero no siempre me acuerdo a que libro pertenecen. Si acierto con el autor no es difícil localizarlos, pero como no sea así me corroe la curiosidad y empiezo a buscar compulsivamente hasta que doy con el acertado... o hasta que desisto.
Hoy he recordado un fragmento que transcribí por aquí y que gracias a eso he podido localizar bastante rápido. Me encantaba la frase, la historia que narra y el paralelismo que tiene con trocitos de mi vida. Supongo que por eso la puse aquí en su momento y supongo también que por eso mismo la necesito ahora. 
Yo queriendo siempre leer para salir de mi mundo y ahora resulta que releo para volver a él.

03 mayo, 2016

Mi Guadiana.

De cría me dijeron que el Guadiana era un río que desaparecía bajo tierra, pero que seguía su curso hasta que volvía a aparecer. Hace poco leí en algún lado que eso no es del todo cierto.... y se derrumbó un poquito más de esa infancia lejana llena de falsas perspectivas y de ilusiones increibles.
Algo así como tú, mi Guadiana particular, el que aparecía y desaparecía, pero que después de todo seguía ahí, manteniendo esa esperanza absurda de un regreso que yo aguardaba poco el mayor de los regalos.
Pero cada vez más a menudo pienso que eres como el Guadiana de verdad, el que los estudios dicen que no mantiene su curso subterraneo sino que simplemente no está... tal y como haces tú.
Una vez tu mismo me dijiste que eras como el río, y que desaparecías de vez en cuando, pero no del todo, y que si lo hacías era porque estabas bien, ocupado y feliz. Y coló, no me preocupaba tu ausencia porque eso significaba que estabas bien, y yo, a pesar de mis pesares te quiero y te quiero feliz. 
Lo malo es que la que no es feliz así soy yo, no sabiendo lo que durarán tus idas y venidas o ni si tan siquiera volverás esta vez. Y me paso los días pensando en si tan bien estás y no me haces participe de eso es que tanto no te importo, y lo que es peor, que no te he importado nunca. Y la loca neurótica que se aloja en mi cabeza salta por los aires llevándose la paz que me cuesta tanto construir.
Puede que no me merezca esto, aunque tampoco sé si me merezco algo mucho mejor. A lo mejor ya va siendo hora que lo mismo que el del Guadiana se caigan todos mis mitos, todas mis ilusiones y esperanzas y me abandone a lo que me ha tocado. Conformarme.
Conformarme y dejar de soñar, porque entre sueño y sueño, entre espera y espera se me escapa el tiempo y eso no es algo que le sobre a nadie.
Pero está claro que sé lo que debería hacer y también sé lo que voy a hacer y eso es nada, porque no voy a hacer nada. Seguiré esperando a mi Guadiana, a que vuelva aunque solo sea una vez más para decirme que ya no regresará jamás.



10 junio, 2015

Tu voz.

Como me llena oír tu voz. Es como si de pronto no necesitase nada de este mundo, ni tan siquiera comer o respirar. Da igual lo que me cuentes... el sonido de tus palabras es la mejor de las melodías.
Y me paso el resto del día recordando como suenas, y entretanto recuerdo también como era la curva de tu sonrisa cuando te ríes mientras hablamos. 
Pero solo dura unas horas. Esa alegría es tan corta que después el vacio es grande, tanto que da vértigo. Tampoco es que me asuste no tenerte, pero echo de menos la posibilidad de estar contigo.
Me has preguntado que era lo que pensaba hacer después de mis exámenes. 
Te he dicho lo evidente, que mi vida no la dirijo yo y que tendré que estar para otras personas. Que no descansaré, que no tendré verano. Pero debería haberte dicho la verdad, que estoy triste porque en mis planes truncados, hasta hace unos días solo estaba ir a esa ciudad que compartimos de críos, para sentirte cerca, para aumentar la posibilidad de verte aunque solo fuesen unas horas.
Porque necesito verte. Así de sencillo. Necesito esa recarga de felicidad de una tarde a tu lado. Si una simple conversación telefónica de minutos tiene ese efecto en mi, imagina lo que no me pasará con un día contigo, verte y oírte al tiempo, ese gozo supremo. Y lo tenía tan claro. Un mes allí y las posibilidades de una tarde a tu lado serían tantas... 
 Sé que tienes tu vida y tantos planes en los que yo no estoy, pero tenía esa ilusión y tu eras la única excusa de esas vacaciones.
Ahora mismo, después de que ya se han diluido los efectos de tu voz en mi cabeza, estoy pensando que nunca me has pedido que vaya a verte. Al menos no directamente y la verdad es que me encantaría poder oírlo. Siempre me hablas de ideas con planes estupendos pero que nunca incluyen un nosotros. Y en ese rinconcito de mi corazón que esta medio roto y remendado, y que es tan precavido hay algo que me dice que cuando vaya las probabilidades mas grandes son de haya muchas opciones de que al final no nos podamos ver. Y me acobardo. Otra vez.
Yo quiero poder ir... Ya tengo las excusas. Dame un motivo. Pídemelo. 
Y tu voz será la creadora de una felicidad que no se puede medir.

21 mayo, 2015

Tu olvido

Es una obviedad  que no todos pensamos ni actuamos igual. Supongo que es lo que le da vidilla a la propia vida. Pero a veces me resulta difícil comprender los procesos del resto de la gente y eso sin contar su velocidad de asimilación y adaptación.
Yo tengo mis ritmos, a veces más rápidos unos que otros, pero creo que siempre dentro de una lógica.
Sin embargo veo a gente que tarda en asumir una nueva situación personal o todo lo contrario, se recuperan a la velocidad del rayo y me dejan completamente fascinada.
Por ejemplo, yo aún no he olvidado ni podré olvidar a corto plazo a ese alguien que me llena el alma, que protagoniza mis pensamientos día tras día y sin embargo él parece haberme olvidado por completo, como quien aprieta el interruptor y apaga la luz. Y da mucho que pensar. 
¿Me ha olvidado tan pronto porque su mente es mucho más rápida que la mía o es que sencillamente nunca llegué a estar en sus pensamientos tan profundamente como parecía? 
Estoy con ese come come sin parar desde que escribí mi última entrada. 
Sí, digo que prefiero que no me lea, pero en el fondo me duele que no lo haga. Como si él hubiese pasado la página de un libro que yo aun no termine de leer. O peor aun, ha cerrado el libro por completo.
Y me pregunto qué es lo que pasa por su mente, y si todos sus pensamientos son así de prescindibles.
Es duro pensar que su mente está tan lejos de mi, cuando él es parte permanente de mi día a día. Sigo queriendo contarle mis cosas, las más cotidianas, y se me acumulan hasta que son parte de un pasado que quería, y quizás aún quiero, compartir con él.
Yo no olvido tan rápido, al menos no así.

18 mayo, 2015

Susurrarte

Ha pasado tanto desde la última vez que escribí... No tengo excusas, pero tampoco tengo motivos.
A veces pienso que solo estoy dejando que pase el tiempo para que te olvides de leerme y pueda volver a escribir a la nada, a ese infinito espacio vacío que se esconde tras este blog. Aunque ciertamente creer a estas alturas que aún me lees es un absurdo acto de esperanza sin ningún tipo de sentido.
Así que quiero pensar que puedo volver a escribir sin que me leas y que al hacerlo todo vuelve a ser como antes, como cuando cada frase que escribía era como un mensaje al aire para ti, pero sin un destinatario real.
Recuerdo perfectamente como me sentía. Todas aquellas palabras que tecleaba eran como un susurro que te decía al oído mientras dormías. Me liberaban pero no nos hacía daño. Ni a ti, ni a mi. 
Era tan bonito hablarte sin que lo supieras...
Ahora sin embargo cuando empiezo a escribir mido mis palabras, temo tu lectura, tu interpretación y lo que eso implica. Y no debería, porque después de todo este tiempo te conozco y sé que ya no vas a decirme nada, tanto si te gusta lo que escribo como si no.
Me apetecería susurrarte al oído de verdad, tenerte tan cerca como para poder decirte que te sigo queriendo, que nada cambia para mi y que sueño cada día contigo, dormida o despierta, pero que siempre estas en mi. 
Así que me conformaré con lo poco que me dejas darte, y voy a volver a susurrarte como he hecho siempre, mientras duermes, aunque ya no sueñes conmigo, porque yo lo haré por los dos.
Y te seguiré contando mis miedos, y mis ilusiones perdidas y mis esperanzas ajadas. 
Porque susurrarte, aunque sea así en la distancia, es lo mas bonito que tengo.


07 julio, 2014

Cumpleaños

Cumplir años es algo fabuloso. Lo malo sería no cumplirlos. Así que yo lo celebro como se merece, siendo feliz, sonriendo y sobre todo agradeciendo.
Y me encanta comprobar lo que me quieren los míos, mi familia y mis amigos de verdad.
Porque es muy curioso como te das cuenta de como funciona el mundo a tu alrededor. Son muchos los que te felicitan, desde primeras horas de la mañana, pero siempre he sabido diferenciar a la gente que lo hace con el corazón y los que lo hacen por quedar bien.
Los que lo hacen con el cariño parece que te dan un poquito de buen rollo, de energía positiva y te dejan con una sensación muy agradable en el cuerpo. Porque notas lo que te quieren en cada cosa que te dicen, incluso en esa frase típica de "te estas haciendo mayor...". Luego están los que lo hacen porque se lo recuerda la agenda, las redes sociales o lo que sea, y esos, aunque notas que lo hacen con cariño, no es lo mismo. La diferencia no es algo tangible, pero se nota. Notar un aprecio, puede, pero nada más. Aunque el hecho de perder unos minutos o incluso segundos de su tiempo en felicitarte los hace igual de valiosos. Todo el tiempo lo es.
Pero el simple hecho de que la gente se acuerde de ti en tu día es algo muy bonito. Un día que solo es especial para ti se convierte en una gran fiesta para otros, aunque la celebración no tenga que ser necesariamente con globos, velas y tarta. Es alegría compartida con otra gente que está en tu vida.
También están los que no se acuerdan. Con esa parte también cuento siempre y en ellos también hay varios tipos. Los que simplemente se despistan y te felicitan al día siguiente pidiendo perdón, y que sonries ante sus miles de disculpas porque sabes que cada uno tiene su vida y sus quehaceres, y que se te pase es lo más normal del mundo.
Pero están los que no felicitan porque no le dan importancia, porque total es un día más. Pero luego en el fondo les encanta que tu te acuerdes de su día, que tengas un detalle y que les felicites. Esos son los menos, pero los hay. Más de los que quisiera y algunos incluso con los que no contaba. Pero en esos prefiero no pensar.
Hoy es mi cumpleaños y soy feliz. Y lo soy porque los que me quieren de verdad y a los que les importo me lo demuestran no solo hoy, si no todos los días.
No necesito felicitaciones,  pero eso no significa que no las espere con ilusión. 

29 junio, 2014

Mi taza

Muchas veces he hablado de mi afición al té. Leer con una taza rebosante de tan preciado brebaje a mi lado es un verdadero placer para mi. 
Y eso conlleva tener docenas y docenas de tés en el armario de la cocina y pasarme un buen rato decidiendo cual de ellos tomaré cada vez. Pero también implica, al menos para mi, tener un montón de tazas. Algunas son caprichos, otras son regalos pero la inmensa mayoría son recuerdos. Y no sólo las típicas de recuerdo turístico, que también, sino recuerdos personales.
Beberme un té en silencio en una de esas tazas me lleva a revivir mis recuerdos más preciados.
Mi taza del elefante y el ratón me recuerda a mi año en Coruña. La taza de Fido Dido al primer piso que compartí con mi amiga del alma. Una con formas orgánicas que me recuerda a ese Gaudí que me hizo amar la arquitectura. La de Google que me regaló una amiga cuando fui a Dublín y con la que me siento tan productiva.. La de mi primer viaje a Londres y la de mi ultima visita a Colchester. Son tantas que no puedo contar todas las que son, ni todos los recuerdos que me traen.
Pero hay una muy especial a la que le tengo un aprecio diferente a las demás. Es blanca, pero le pinté yo misma una ilustración que significa mucho para mi. Y que me recuerda a quién iba a ser su propietario. Era un regalo lleno de significado que no he conseguido hacer llegar a su destino. Ahora la miro y me recuerda lo que pudo ser y no fue. Me recuerda ese momento en la que la estaba dibujando y en el que yo sonreía pensando en su cara al recibirla. Tiene el abrazo que le quería dar en ese momento y el que aún le quiero dar a cada rato.
Pero lo curioso es que me siento incapaz de usarla porque me parece que desgastaría eso que existió un instante y a lo que aún me aferro en lo más profundo de mi mente. No la siento mía por completo y usarla sería como olvidarle a él y a ese sentimiento. Y no puedo.
Y a veces, como ahora, me quedo mirándola y no puedo evitar pensar que debería desprenderme de ella y mandársela. A fin de cuentas tiene un poco de mi maltrecho corazón en cada una de esas pinceladas y eso, eso es todo para él.
Será mejor que me tome un té en otra taza que me lleve a recuerdos más alegres y de paso pintaré una taza nueva para recordar que alguna vez fui feliz.

27 junio, 2014

Abrir los ojos.

Me siento rara poniéndome a escribir después de tanto tiempo. Lo echaba de menos porque he perdido la costumbre, aunque no las ganas de probar de nuevo la sensación que tengo cuando cuento cosas.
Como siempre mi vida resulta extraña, difícil e inestable. Parece que voy dando tumbos por ahí, mientras busco algo que no sé que es y que, evidentemente, no encuentro. Y no es esto lo que quiero para mi, pero mis inagotables esfuerzos parece que se quedan en meros suspiros sin energía cada vez que pruebo algo nuevo.
De todas maneras algo de culpa tambien es mia. Me dejo llevar por muchas cosas que no siempre me ayudan, mas bien todo lo contrario.
Y no me doy cuenta hasta que es demasiado tarde... como ahora.
Siempre se dice que cuanto más en las nubes estás, más grande es la caida, y es cierto. Y no sólo porque el golpe con la realidad sea parecido a darte contra el cemento, si no porque aunque lo veas venir al final te quedas de todas maneras con la sensación de no saber como seguir. Desorientada.
Yo sabía donde me metía, conocía los riesgos que eso suponía y aún así me lance con los ojos cerrados a una situación que tenía todas las trazas de acabar mal. Y no es que haya acabado ni bien ni mal, si no que la realidad se impone siempre.
Dejarse querer por alguien a quien quieres con locura a pesar de que la vida os mantenga separados no debería sonar tan mal y ser algo que de miedo, pero es así cuando esa persona no quiere al mismo nivel.
Y empeñarse en abrir los ojos a alguien que no tiene ninguna intención de abrirlos es sencillamente agotador y frustrante. Y cuando por fin esa persona deja de estar a tu lado por seguir estando a oscuras, quien se topa con el muro eres tu mismo.
Mis relaciones más importantes han sido así. Con mi ex fue un constante tira y afloja, una relación demasiado fuerte como para olvidarnos mutuamente y separarnos para siempre, pero tan tóxica que me hizo huir demasiado a menudo. Le quise más de lo que creí desde que le vi a lo lejos por primera vez. Había algo en él y en su mirada que me dejó fascinada tan pronto como me miró a los ojos. Pero la caída fue desde muy alto y el golpe muy duro.
Ahora estoy igual, y anticipo que otra vez me va a pasar. Mismos sentimientos por mi parte, una atracción mutua innegable ¿y qué? El no quiso o no quiere abrir sus ojos a mi y soy yo la que se tropieza otra vez.
Y vuelvo a los tumbos, a no tener fuerzas, a no saber seguir.
Como el perro que corre detrás de su cola, solo que al menos el perro no es tan consciente como yo del circulo en el que corre.
En fin, llegará el día que alguien abrirá sus ojos por mi o que yo los cierre como ellos. Total, peor que ahora ya no me va a ir...



26 junio, 2014

Secreto

Tengo un secreto.
Bueno, como todo el mundo supongo. No conozco a nadie, sea de la edad que sea, que no los tenga. Creo que es algo innato en los seres humanos. Ni malo ni bueno, por norma general.
Cualquier niño que rompe un juguete lo guarda en secreto e incluso lo niega, conviertiendose con los años en un artista del secretismo.
De adolescentes ocultamos nuestros amores imposibles, nuestras pequeñas flaquezas, pero sobre todo mantenemos en secreto aquello que nos saca los colores.
Pero de adultos seguimos igual. Todos tenemos secretos.
Hay quien niega que toco algo de su ordenador y afirma que lo hizo solo. Si de verdad hizo cualquier cosa que rompiese algo... es un secreto.
Como tambien es un secreto que seguimos teniando amores imposibles, pequeñas flaquezas y por supuesto aquello que nos saca los colores, como si aun fuesemos adolescentes, como si aun fuesemos niños.
Yo tengo un secreto, aunque debería decir muchos, por supuesto.

16 abril, 2014

Que faço eu da vida sem você? Que hago yo de la vida sin ti?

"Agora, que faço eu da vida sem você?
Você não me ensinou a te esquecer
Você só me ensinou a te querer
E te querendo eu vou tentando te encontrar
Vou me perdendo
Buscando em outros braços seus abraços
Perdido no vazio de outros passos
Do abismo em que você se retirou
E me atirou e me deixou aqui sozinho."
Caetano Veloso


15 abril, 2014

Millones de ideas.

Es curioso como a lo largo del día me vienen a la cabeza cientos de temas sobre los que hablar en el blog. A veces incluso apunto algunas notas al respecto en mi pequeño cuaderno naranja y me imagino a mi misma escribiéndolas en el blog y me siento satisfecha de mi propia mente.
Pero cuando llega la noche, o ese ratito en que el que me puedo sentar frente al ordenador, es como si todos esos asuntos que me parecieron interesantes unas horas atrás ahora ya no lo son tanto. Y no le veo sentido a ninguna de mis palabras y de pronto me siento como si no tuviera nada que contar.
Lo malo es que todas esas cosas siguen en mi cabeza al día siguiente y al siguiente, pero no consigo plasmarlas fisicamente.
Y veo que siempre recurro al mismo tema. Repetitiva que es una. Aunque tampoco me importa, yo soy así y al menos lo reconozco.
Es que le echo de menos y no hay día que no me acuerde de él, de lo que le contaría. Y sobre todo echo de menos mi propia sonrisa al leer sus palabras o incluso al oír su voz en una de esas escasas ocasiones en las que hemos hablado en los últimos meses.
No puedo salir de eso tan fácilmente. Yo no.
Pero tengo que volver a escribir de todas esas cosas que me pasan, que le quiero contar y no puedo.
Quizás si se acuerda de mí vuelva a visitar este blog en secreto y eso me consuela y puede que hasta me anime a escribir de verdad.
Lo dicho, siempre vuelvo a lo mismo.

06 abril, 2014

Volver.

Han pasado siglos desde que escribí aquí la última vez.
Este blog me recuerda tanto a él que soy incapaz de escribir una letra sin que me venga a la cabeza el amor.
Ese amor sincero y tranquilo, que nacía desde lo más profundo de mi y que nunca podré olvidar, porque por mucho que lo intente es lo único verdadero que he vivido los últimos años.
El momento que más he escrito aquí fue cuando él estaba en mi vida, cuando saber que me leía cada día me animaba a teclear sin descanso para que luego pudiéramos hablar durante horas sobre ello. Y paré de escribir cuando él se distanció de mi. Y cada vez que vuelve de una u otra manera yo también vuelvo a escribir. Pero esta última vez he sido incapaz, me daba miedo volver a quererle, volver a escribir y que se fuese y volver a parar.
Y así ha sido, entra y sale de mi vida, abriendo y cerrando esperanzas, y a veces creo que ya no voy a poder más y que la siguiente vez le iré que no. Pero nunca lo hago. Le quiero y tenerle aunque sea solo un breve momento me hace feliz. Aunque decir que le quiero es poco. No hay palabra para decir lo que en verdad siento por él.
Esta vez tras su último alejamiento le dije la verdad sin rodeos, para que no hubiese dudas sobre todo lo que me pasa con él. Y aunque sabía parte de su respuesta hubo algo que me desarmó. Él también me ha querido igual que yo a él y se calló.
Eso ha dolido más que el no previo a esas frases y nadie puede imaginar como me sentí al ver que de verdad pudo haber un futuro para nosotros y que por algo que no logro entender no empezó.
Y me he pasado los últimos meses pensando en eso, dejando que entrase como amigo que es, pero con una coraza puesta  para evitar que mi corazón se vuelva a romper con facilidad.
En sus malos momentos se acercará a mi y yo le esperaré con los brazos abiertos dispuesta a darle consuelo.
Y sé que eso va a pasar en breve. Y sé lo que va a volver a pasar después. Y esta vez seguiré escribiendo porque a fin de cuentas es lo único que consigo que perdure entre nosotros.

10 octubre, 2013

Hay un montón de sensaciones agradables en esta vida, y por su puesto hay también unas cuantas de las que preferiría saber solo de oídas.
Y hoy la que me invade es una de esas ultimas. De las no tan placenteras, por decirlo suavemente.
Es la sensación de ser segundo plato, plan B, o simplemente sustitutivo temporal. Y darse cuenta de que eres eso es algo bastante frustrante.
Hace un año volvió a mi vida una de esas personas con las que tengo un hilo rojo que nos une. Y volvió con fuerza, arrollando de nuevo mi existencia.
Me hizo inmensamente feliz recuperarle aunque fuese por culpa de un fracaso en su vida, aunque viniese a mi porque necesitaba el apoyo que sabe que nunca le negaré.
Y se amoldó de nuevo a mis rutinas, se volvió algo habitual en mi día a día que hablásemos horas contándonos desde la más absurda idea hasta compartiendo planes futuros.
Era precioso sentir que el hilo rojo no se había roto en ningún momento y que ese algo que nos unió antes nos volvía a unir más fuerte aún.
Y no sé que ha pasado ni el por que, pero de pronto ha encontrado a otra persona que llena lo que pensé que estaba llenando yo y todo ha cambiado en solo unos días.
No hay conversaciones eternas, ni confidencias a deshora, ni planes cercanos. No hay nada. No está o no estoy, no lo sé bien.
Y me siento como una estación de tren en la que ha hecho un trasbordo, donde ha cambiado un tren por otro, y mientras llegaba ha estado entretenido paseando por mis andenes. Y duele, duele mucho.
Me he dejado llevar por algo que no podía sospechar, pero que me hace sentir como una estúpida.
No quiero pensar que me ha utilizado mientras estaba solo, pero que más se me puede venir a la cabeza... nada.
Y estoy triste, muy triste. Más de lo que me quedé la vez anterior, más de lo que pensé que pudiese llegar a estar. 
Ojala todas estas sensaciones cambien pronto y pueda hablar de las sensaciones buenas, de las que da gusto escribir.

11 enero, 2013

Leer

No se si alguna vez he hablado de mi ocupación a tiempo parcial y completamente voluntaria. Me ocupo de la biblioteca de mi pueblo.
Es una biblioteca pequeña, con algo menos de 4000 volúmenes y unos cuantos ordenadores que ya eran viejos cuando nos los donaron.
Y cuando digo que es una ocupación voluntaria lo digo en sentido literal, porque no cobro nada por estar allí, simplemente voy porque adoro estar rodeada de libros. Me encanta leer, el olor del papel, y por supuesto desearia tener todas esa cantidad de libros en mi casa y no puedo.
Y ahí estoy un par de tardes a la semana esperando que entre alguien para llevarse algún libro, para que me pregunten que puedo recomendar y sobre todo por ver la cara de los más pequeños cuando les descubro algún cuento que no habían visto aún.
Pero hoy llueve mucho y estoy totalmente sola. Nadie se ha pasado hoy por aquí. No debe apetecer mucho acercarse a buscar un libro a la biblioteca, o directamente no compensa.
La gente ya casi no lee, no disfrutan de la tranquilidad que proporciona sentarse con una buena historia delante.
Yo adoro leer tranquilamente, y tengo muchos modos de hacerlo dependiendo de la época del año. En verano, si hace bueno, me encanta leer tumbada a la sombra del castaño, o sentada en un pequeño banco que hay en el porche en la casa de mis padres, siempre con un té bien fresquito. Y si hace frio cambio el té helado por uno muy caliente y me acurruco con una manta en el sofá o incluso me voy a la cama.
He perdido la cuenta de las veces que me he quedado dormida con el libro entre las manos y ese es para mi uno de los placeres de la vida.
Me sorprende tanto la gente que ha dejado de leer para cambiarlo por los videojuegos, por la televisión, por internet. Y no hablo de los que no les ha gustado nunca, que sobre gustos no opino, pero los que se han olvidado de leer, de verdad que me intrigan.

05 octubre, 2012

Libres

Es extraño sentirte tan cerca de ciertas personas unos días y tan lejana otros. Algunos se acercan y se alejan mientras yo intento entender algo.
Lo malo es que no se que posición tomar. Si me acerco demasiado temo que se agobien, se asusten y se vuelvan a alejar. Pero al mismo tiempo si no me acerco creo que no vendrán por si mismos. Y creo que generalmente es así. A veces hablo de necesidad o de apegos, pero realmente es incertidumbre la palabra q debería usar. No se q esperar de todo esto.
De niña unas de mis fantasias favoritas era poder saber lo que pensaba la gente de verdad, no solo lo que dicen y lo que dejan ver de si mismos y de sus sentimientos. Me imaginaba sus miedos, sus anhelos y sus más profundos deseos. En el fondo era como construir un personaje. Y creaba historias en mi cabeza sobre ellos, y sobre lo que les pasaba por la cabeza.
Todo el mundo tiene un halo de misterio, un secreto que no quiere contar, algo que esconder. No es que crea que eso es malo, más bien creo impide que nos conozcamos realmente unos a otros. Creo que hace muy complicadas las relaciones, porque en el fondo nos da miedo no saber que es lo que esconde el otro, o si es importante o no.
Y lo que conlleva además es que cuando alguien se acerca o se aleja de tu vida sin motivo aparente no podamos evitar pensar que algo esconde, y acto seguido somos nosotros mismos los que nos cerramos y escondemos cosas.
Odio sentirme así. No me gusta pensar que debo esconder cosas de mi misma para evitar que me hagan daño. No es bueno.
Prefiero cuando estoy con alguien con quien considero que puedo contarle todo, ser abiertamente yo y saber que la otra persona no encierra nada en su interior. 
Es una maravilla perder esos miedos y sentir que ambos somos y estamos libres para estar juntos, para compartir cosas, para lo que sea.



02 octubre, 2012

Mi lugar.

En tu vida parece que no tengo lugar.... bueno, ni en tu vida y si me descuido ni en la mía tampoco.
No sé ni tan siquiera si habrá algún lugar para mi.
Es la eterna sensación de no encontrar el sitio que considere mío, a tu lado o no, ya no me importa. Me imagino de mil maneras a tu lado y eso me hace tan feliz que exploto de emoción, pero luego me paro a pensar y no puedo ver ni una sola razón por la que tú me incluirías en tú vida. No soy nada, no soy nadie. Y todo lo que pueda soñar me hará daño cuando tú me digas que no. No quiero estar contigo sólo en sueños.... no me llega. Ya no. Quiero un lugar en tú vida.

30 septiembre, 2012

Frio

Tengo frío. Mucho frío. Y no sólo por la bajada de las temperaturas, que también, si no por miedo. 
Me da miedo donde me estoy metiendo otra vez, como estoy exponiendo mis sentimientos a una situación q a todas luces me va a hacer sufrir. Pero estoy cegada por una necesidad tremenda de dejarme llevar por lo que siento. Y lo que siento es mucho, así que la caída va a ser considerable. 
Pero el ser consciente de eso es lo que me provoca el miedo y el frío. Estos sentimientos son tan arrolladores que no puedo hacer otra cosa que dejarme llevar. Le quiero, y no se lo puedo decir. Eso es lo único que puedo controlar. Y es así porque sé que contarlo es abrir la caja de los truenos, y no sé si esa tormenta soy capaz de soportarla. 
Me da miedo un no, me da miedo un nuevo rechazo por su parte por no encontrar el momento oportuno. Tengo el presentimiento de que para él sólo es una manera de distraerse mientras encuentra la manera de seguir con su vida y eso me destroza por dentro. Sé que no debería dar nada por sentado en ningún sentido, pero aunque lo niegue soy frágil, lo suficiente como para no atreverme a nada. No me dejo sentir por completo, y tampoco disfrutar de esto. 
Pero es tan difícil estar segura de nada.... que tengo miedo. Y frío.

06 agosto, 2012

Creo que lo que voy a escribir ahora mismo va a estar lleno de incongruencias, pero que se puede esperar a estas horas. Solo sé que me acabo de despertar y que tengo la necesidad imperiosa de contar algo. No quiero dejarlo como hago siempre y luego arrepentirme de no escribirlo.
He vuelto a soñar con él. No debiera, pero ¿como podría controlarlo?. Es imposible. Y creo que en el fondo no quiero controlarlo.
Me invade una sensación muy extraña de estar sintiendo lo que no debo, pero que sí que me gusta sentir. Y por eso mismo está mal.
Mal porque todo lo que he estado diciendo de que él ya estaba pasado es mentira. Mal porque sé que él está en una situación vulnerable y significa que puedo hacerle, o hacernos, mucho más daño.
Pero que alguien me enseñe a no sentir lo que siento, porque le estaría muy agradecida.
Aunque sentir esto es tan bonito que en el fondo no quiero que se acabe. Soñar con él me da tanta paz, y me hace entrar en un mundo que no es real pero que me devuelve la ilusión que había arrinconado en el fondo de mi alma.
Pero no se lo voy a decir, no quiero asustarle otra vez. Quiero que esta vez todo fluya tranquilamente, y si no va por el camino que yo quiero, que al menos me queden mis sueños.
Y me asusta mucho también, para que negarlo, porque que algo que dolió y que intenté apartar de mi vida vuelva de esta manera, arrollando mis sentimientos, da mucho miedo. No es plato de gusto sufrir dos veces por el mismo motivo.
Pero los sueños son sueños y hay que disfrutarlos.
Así que a estas horas, y con esta empanada mental, voy a volver a dormir, a ver si con suerte engancho el sueño donde lo dejé, que aparte de bonito se estaba poniendo interesante.

04 mayo, 2012

Un día te contaré...

Un día te contaré que guardaba tus fotos como el mayor de los tesoros, y que te miraba en ellas como si tu pudieses verme a mi.
Un día te contaré que poco a poco me enamoré sin tenerte, sin tocarte, sin olerte, y que te amé más de lo que podré amar en toda mi vida.
Un día te contaré que te quise olvidar a base de no pensar nunca en ti, y que casi lo logré hasta que volví a ver tus fotos y leer lo que me escribías.
Un día te contaré que el dolor que quise ocultar se hizo más grande aún, y que eso me hizo entender que un día te miré, que me enamoré, pero que nunca me olvidaré.

12 junio, 2011

Recuerdo

Recuerdo que fué una noche como esta, pero que no acabó como tenía que acabar. Acabó contigo en la carretera y conmigo a 600km sin saber que en ese momento tu habías desaparecido para siempre.
Recuerdo haberme despertado sobresaltada, temblando, como hubiese tenido la peor de las pesadillas. Pero en realidad la pesadilla empezó ese día. 
Recuerdo la llamada horas después, recuerdo la incredulidad, el miedo y las lágrimas, por ese orden. Recuerdo la impotencia y la desesperación que me acompañó durante mucho tiempo. Recuerdo no saber que hacer.
Recuerdo querer verte por ultima vez, querer tener otro último recuerdo, querer otro último beso, otro ultimo abrazo.
Recuerdo buscar con desesperación en mi memoria todos y cada uno de los momentos que pasamos juntos, grabándolos a fuego otra vez para no olvidarte jamás. 
Recuerdo llorar.
Recuerdo no querer seguir.
Recuerdo seguir, pero sin ganas, solo por poder recordarte cada noche.
Recuerdo el tiempo que estuviste en mi vida tanto como recuerdo estos 17 años sin ti.
Y seguiré recordando.

19 mayo, 2011

No estaba equivocada.

Los últimos meses he estado totalmente convencida de que estaba equivocada y de que me confundí al interpretar las cosas.
Me costó entender que era así porque en el fondo me negaba a no conocerme lo suficiente como para no reconocer lo que sentí, pero finalmente claudiqué ante la seguridad que mostraban los demás y así he seguido pensando... hasta hace unos días.
Lo bueno de viajar, aparte del viaje en si, es el trayecto. Y si son muchas horas y vas completamente sola mucho mejor, porque se puede pensar durante mucho tiempo y con claridad. El silencio de los kilometros en soledad ayuda a recapacitar y analizar lo que sea.
Y este viaje, del que ya hablaré, ha sido de esos. Pare del camino de ida y el de vuelta han sido para mi sola, en mi coche, sin prisas y con muchas cosas en las que pensar. Y por supuesto pensé.
Recordé conversaciones pasadas, situaciones vividas y con la objetividad de la distancia y del tiempo me di cuenta que no me inventé nada, que no me monté ninguna pelicula, que no malinterpreté las cosas que nos estaba pasando.
Fueron reales y fueron las que fueron.
Y ya no acepto que solo eran cosas mías. Era la realidad, y por desgracia nos asustó. A los dos.
No escribo esto para revivir el pasado o para convencer a nadie de nada. Lo hago a modo de reivindicación personal, para recordar que no siempre los demás tienen la razón aunque sean mayoría y pueda parecer que su opinión pesa más.
Yo tenía razón. No me estaba engañando a mi misma.
Solo he tenido que traer a mi memoria cada una de las conversaciones, los apodos cariñosos, los mimos, las canciones regaladas...
Eso no era una simple amistad, no por mi parte ni tampoco por la tuya. Ninguno de mis amigos se muestra así conmigo ni yo con ellos. Había algo más que no pudimos o no quisimos explorar, pero eso ahora ya poco importa.
Por mi parte fué algo totalmente sincero y expontáneo, y hubiese deseado con todas mis fuerzas que funcionase. Tenía una gran esperanza en así fuese, porque jamás me había sentido tan a gusto confiando en una persona y eso no se puede esconder.
Busque tu foto, la que por entonces me quedaba horas mirando, y lo volví a hacer. Nada ha cambiado, miro la foto de la misma manera, y lo que siento es alsolutamente real. Y recordé que tu hacias igual, tu mismo me lo dijiste. Buscabas algo, como hacía yo, y no lo viste aunque estaba ahí o simplemente no lo quisiste ver. Era amor. Un amor sencillo y arrebatador. El amor que nace de lo expontáneo, de lo inesperado.
Y eso nunca va a cambiar, porque existió.
La vida nos ha alejado, o más bien tu te has alejado de mi. Pero me queda el consuelo de saber con absoluta certeza que te quise como no he hecho nunca y que lo que hubo entre nosotros fué real.
Nuestras vidas llevan caminos diferentes y respeto más que a nada las decisiones que has tomado si con ello eres feliz. Es lo que más deseo en esta vida, de verdad. Y yo soy feliz sabiéndolo.

06 abril, 2011

Ni idea

Vaya.... no tengo ni idea de lo que ha pasado, pero mi última entrada ha desaparecido. Por completo. Ni rastro de ella.
Y juro que la escribí, y juro que la vi publicada.... pero no está.
Misterios de la informática, o de internet, quien sabe.
No pienso volver a escribirla, porque ya no quedaría igual, pero me sorprende su desaparición.
En fin, ya escribire otra cosa mañana, espero tener más suerte y no tener que buscar mis letras en objetos perdidos.

25 marzo, 2011

Prometido

Decidido. O me pongo firme o no avanzo.
Plazo de entrega... hasta el domingo. Con tres días es más que suficiente para escribir algo.
Pero algo propio, que tengo demasiado en la cabeza y las buenas ideas a veces caducan.
Ya está bien de lloros, de insomnio y de autocompasión.... es hora de escribir y trabajar.

You must know...

"You must know… surely, you must know it was all for you. You are too generous to trifle with me. I believe you spoke with my aunt last night, and it has taught me to hope as I’d scarcely allowed myself before. If your feelings are still what they were last April, tell me so at once. My affections and wishes have not changed, but one word from you will silence me forever. If, however, your feelings have changed, I will have to tell you: you have bewitched me, body and soul, and I love, I love, I love you. I never wish to be parted from you from this day on."
PRIDE AND PREJUICE
Published with Blogger-droid v1.6.6

01 febrero, 2011

tomando nota...

El pensamiento lateral, en definitiva, tendría que ayudarnos a comprender algo básico: ¿por qué seguir excavando en el mismo agujero, si podemos cavar otro, a su lado?

22 diciembre, 2010

...

Me estanqué.
Parecía que de un momento a otro iba a salir de este estado de inapetencia, pero va a ser que no. Y me preocupo a mi misma.
Lo que más miedo me da es que he perdido las ganas de escribir... otra vez. Es como si las ideas se hubiesen congelado en mi cabeza. Están ahí pero no quieren moverse y salir.
Hace meses que no escribo un cuento. Y no se si soy capaz de hacerlo. Tengo una sensación muy extraña cada vez que lo intento, porque no paro de preguntarme ¿para quién? y la respuesta está llena de vacíos.
No queda nada de la motivación que rescaté hace tiempo. Porque no le importa a nadie que lo haga.
Hace un rato intenté leer lo último que escribí y ahora me siento totalmente incapaz de hacer algo así, o ni tan siquiera continuar dignamente lo que quedó inacabado.
Se respiraba en cada frase alegría y esperanza, y añadir una sola palabra que no se acerque ni de lejos a esa atmósfera es aniquilar lo que ya está escrito.
Pero hay una historia que me gustaría acabar, aunque no se si será conveniente. Es una historia que está basada en mi misma, en un acontecimiento que cambió mi vida por una fracción de tiempo. Pero si lo hago, si sigo escribiéndola donde la dejé, me llevará a reavivar el dolor que invade mi pecho cada vez que recuerdo como acabó todo.
Sé que si lo hago debería seguir contando cada detalle negativo de la misma manera que narré los positivos y pasará de ser una dulce historia feliz a una realidad dura y tormentosa. Y lo cierto es que no se seduce demasiado la idea.
Me estanqué es esto y no encuentro la manera de salir.

20 noviembre, 2010

Fue verdad?

A veces me pregunto si algunas cosas que ya han quedado atrás en el tiempo de verdad ocurrierron. Creo que me pasa porque pienso que fueron demasiado irreales o porque no esperaba que me pudieran pasar a mi.
Y casi siempre me tengo que poner las pilas y obligarme a pensar que fueron relaes, que me pasaron a mi y que las disfrute más que nada en esta vida.
Pero tambien pienso que se esfumaron con la misma rapidez que vinieron y sin darme cuenta parecen vagos recuerdos de algun sueño lejano.

15 noviembre, 2010

Miedo

Ya no se que pensar.
Llevo unos meses demasiado malos. Perdidas, desengaños, angustias, ilusiones desaparecidas, planes frustrados. Me quedé sin ganas de escribir y hace meses que no escribo un cuento. Pensé que no me quedaba más. Pero quedaba. Y lo que es peor, puede quedar más.
Mi vida gira en torno a cuatro pequeñas cosas que me hacen seguir respirando, y esas cuatro cosas penden de pequeños hilos como los de una cometa pero rondando la absurdez, como mi empleo de 5 horas semanales o mi viejo coche que me lleva y mi trae.
Tener coche para mi funciona como una inyección de independencia. Estar en este pequeño pueblo tiene una serie de desventajas que soporto mejor cuando tengo un poquito de movilidad. Y en momentos de agobio me voy con el coche hasta un sitio lo suficientemente lejos como para sentir que huyo de mis tormentos pero lo bastante cerca como para sentirme aun arropada en casa. Y puedo trabajar más allá de donde me llevan mis pies o las ruedas de mi bici, y eso dada la escasez laboral de la que disfruto mejora un poco el asunto.
No me planteaba que mi rutina absurda y mi frágil equilibrio pudiese romperse de la forma más tonta posible. Un semáforo.
Parar en un semáforo. Algo tan insignificante como eso y cambian las cosas. Algo se rompe y mi viejo coche me lleva como puede durante 50 km hasta casa. Y me voy a casa pensando que será una tontería, como siempre. Pero tampoco duermo mucho. Algo más me ronda la cabeza.
Por la mañana arranco el viejo Orión con miedo a ese ruido extraño pero necesito ponerle en marcha porque me tiene que llevar al centro de salud para hacerme una analítica.... mi salud esta regular igual que mi coche. Rondo una anemia y mi medico me tiene loca... cambios de alimentación como primera medida... a ver como mejoro, pero llevo así 3 meses. No lo quiero pensar.
De allí al taller. Cruzo los dedos pero veo los ojos de Pepe, mi mecánico, y no me inspiran nada bueno.
Y mi intuición no falla. Mi querido Ford Orión ha muerto a sus 20 años. No puedo costear la reparación y no hay nada que pueda hacer por él. Hemos compartido 10 años juntos con diversas aventuras y desventuras, risas, viajes fantásticos.... pero es lo normal. Era un coche viejo.
Pero de ahí surgió otro problema con el que no pensé hasta ese momento. Mi trabajo.... si es que a eso se le puede llamar trabajo.
Sin mi coche no puedo desplazarme hasta donde me mal pagan por 5 horas a la semana. Y si no voy pierdo mi única fuente de ingresos que tengo ahora y sin eso ya no tengo nada.
Toca plantearse cosas como comprar un sustituto a mi cochito y eso es tener que poner en la balanza algo con lo que no quería negociar: mis planes.
Si quiero seguir adelante con mis planes necesito ahorrar todo lo posible para tener la sensación de respaldo económico suficiente como para arrancar de cero una nueva etapa con sueños que llevo apartando demasiado tiempo. Pero no puedo ahorrar más si no hay ingresos y para tener ingresos necesito desplazarme a 50 km y necesito un coche.
Coche significa decir adiós al ultimo año de ahorros y no tener con lo que marcharme, y no comprarlo significa que tampoco tendré suficiente para irme. Otro quebradero de cabeza más.
Así que hago cuentas, mi lista de pros y contras y me encuentro que tengo que comprar un coche de segunda mano para conservar al menos mi dignidad si tengo que seguir aquí.
Eso significa que tengo que posponer mis planes un tiempo... indefinido. Prefiero pensar que eso me ayudará a prepararme mejor y poder hacer las cosas mejor después.
Así que me hago con un Polo, no muy viejo, y de alguien a quien conozco. Adiós a una enorme parte de mis ahorros.
En fin, que sigo con mi pseudo-empleo y me las doy de tan feliz hasta que este viernes todo cambia otra vez.
Conduzco desde hace 14 años y tengo coche propio desde hace 10 y jamas me ha pasado nada... hasta ahora.
Una mancha de aceite, lluvia, un asfalto en mal estado y sin darme cuenta me encuentro girando en medio de la autovía. Es una sensación rara.... ves lo que te pasa pero no eres capaz de controlar nada y eso asusta mucho. Dicen que en esos casos todo ocurre muy rápido y es verdad, pero no en ese instante. Mientras el coche se descontrola ves como a tu alrededor todo se mueve muy despacio como si el tiempo cambiara su velocidad y después del golpe todo pasa tan rápido que no eres capaz de asimilar tanta información.
Me quede sentada en el coche un momento, no se si mucho o poco. Quería analizar la situación y solo podía temblar. Podía ser perfectamente el miedo o el shock.
Estaba bien, al menos físicamente y el resto no me preocupaba. Lo que pasó después no importa, pero la sensación dentro del coche fue algo que nunca había experimentado. Durante un instante pensé que había estado muy cerca de que no hubiese un después. Demasiado cerca.
Es simplemente extraño. Cuando llegue a casa pensé que ya estaba bien y punto, pero me puse a llorar como una niña asustada. Me alegre de estar sola, y lloré con ganas quitándome toda la tensión de encima. La del accidente y la de los últimos meses. Me desinfecte un poco las heridas del alma.
Ahora tengo mucho en lo que pensar, porque tendré que gastarme otra parte de mis ahorros en la reparación del coche y por supuesto buscar alguna fuente de ingresos más si realmente quiero seguir con la intención de mantener mis planes intactos. Y todo eso recordando mi salud que me está dando pequeños toques de atención.
Pero bueno todo vuelve al final a la normalidad.... o eso espero.

15 octubre, 2010

HTC

Lo malo de estrenar un juguete tecnológico nuevo es que me obsesiono con el y hasta que no lo tengo totalmente configurado no paro. Así que aquí estoy, posteando en el blog vía móvil... tremendo.
Published with Blogger-droid v1.6.3

19 septiembre, 2010

palabras

Me pregunto por que entre tanto ánimo y tanta palabra de apoyo, yo solo añoro las palabras que alguien no me ha dicho y que sé que podrían reconfortarme...

10 septiembre, 2010

Rasta

Ayer me tuve que enfrentar a algo muy muy duro. Tuve que ver sacrificar a un componente de mi familia, y lo digo así porque la palabra mascota tiene matices que no me gustan demasiado. Era mucho más que eso. Rasta era la perra de mi casa, la mejor perra del mundo.
Eran los oídos atentos cuando le contaba mis batallas sabiendo que ella no me juzgaría. Era mi compañera de paseos y juegos. Eran los primeros ojos que venían a recibirme cuando entraba en casa.... Y ya no está.
No voy a entrar a contar como ha sido porque no quiero recordarla sufriendo en sus ultimas horas, ni llorar porque tuvimos que tomar una decisión dura... solo quiero recordar lo bueno.
Quiero recordar que vino a vivir a mi casa por casualidad, por un favor, y al final se quedó para siempre, porque aquí era muy feliz.
Descubrió el maravilloso juego de coger una naranja recién caída del árbol y abrirla para comerla. A correr tras un palo una y mil veces hasta que ninguna de las dos podía más de tanto cansancio. Y a saber cuales eran los limites de la casa para que nadie entrara más allá de la valla si ella no quería.
Aprendió a convivir con un intruso peludo tan canino como ella pero con mucha energía. Y le gustó, porque se querían como si hubiesen sido hermanos. Y nosotros también aprendimos mucho con ella, a cuidar de sus rizos peleones, a comprender que sus ladridos eran generalmente puro miedo a lo que no conocía, a que soñobas mucho cuando dormias y a que nos querías y defendías.
Lo que más me cuesta es todo lo que voy a añorarla. Y no solo ahora, sino según pasen los días.
Rasta... quien va a venir conmigo a correr por la playa y terminar bañándonos juntas? Quien va a lamerme los pies cunado ande descalza por casa? Quien me va a mirar con la cabeza de lado para dar pena y recibir un trozo de pan? Quien me va a dar la pata para que le dé una golosina cuando ni tan siquiera se lo haya ofrecido?
Y te voy a recordar cuando suene la campana de la entrada y no saltes ladrando avisando de que hay alguien entrando, o cuando salgamos a pasear solos Torr y yo y no tengamos que esperar a la rezagada que siempre olisqueaba todo lo que se le cruzaba por el camino. Te voy a echar tanto de menos...
Ya no encontraré la papelera vacía porque tú sacabas todo para comerte los klinex usados que tanto te encantaban, ni me reiré de los celos que tenías cuando abrazaba a alguien. No escucharé como golpeabas el suelo al rascarte alguna zona a la que no llegabas bien, o como te retocáis cuando te hacíamos cosquillas...
Y quien más te va a echar en falta es Torr... ya nota tu ausencia. Anoche no quiso comer y no hacía más que mirar al sitio donde tu te ponías para comer, como si te estuviese esperando. Y te busca por casa y se queda mirando a la puerta como si te hubieses quedado fuera. Él más que nadie sabía que estabas mal, porque se pasó los últimos días a tu lado, dándote mil besos caninos, y durmiendo pegado a ti para darte calor.
Se va a sentir muy solo, como el resto de la familia...
Pero sabes que?? Te llevaré en un sitio muy importante de mi corazón, ese que ya ocupabas cuando estabas aquí y un poquito más por todo el cariño que nos quedaba por darte.
Te quiero mucho Rasta, mucho, mucho, mucho....

23 agosto, 2010

...

¿Como se vive una vida llena de nada?

20 agosto, 2010

Suerte

Por norma general la gente tiene pavor a ser un gafe. No es muy agradable traer mala suerte.
Yo por el contrario suelo traer buena suerte. Y aunque suene mal, lo odio. Me explico antes de que se malinterprete lo que digo.
A lo que me refiero es que transfiero la buena suerte que yo tengo a los demás y me quedo sin ella.
Y es un dilema. Puedo ser feliz por ver esa buena suerte en gente a quien quiero, o puedo amargarme porque esa suerte desaparece de mi vida. Y casi que quiero ser un poco egoísta, pero no me sale muy bien.
Es complicado, porque llevo fijándome en esto mucho tiempo, y resulta que es cierto. Tengo una crisis existencial y se lo cuento a alguien que está como yo. Al poco tiempo esa persona encuentra algo que da una vuelta a su vida y yo veo como la oportunidad me pasa rozando. Buscamos proyectos entre varios, todos aportamos ideas y todos encuentran uno que sale adelante menos yo. Creo que encuentro el amor con alguien y ese alguien se encuentra con el amor de su vida, o se decide por otra que no soy yo, o vuelve con su ex, pero yo me quedo fuera. Le explico a alguien como buscar una salida a un problema común y la otra persona sale y yo sigo dentro, más adentro que antes. Le cuento a cualquiera cual es mi plan de huida y a mi se me hunde el barco mientras a esa persona le ofrecen la misma salida que yo busco pero a la puerta de casa.
Y hasta ahora me alegraba, porque veo a toda esa gente que quiero y adoro felices, con esa suerte que no tenían. Pero cuando me dan las gracias por abrirles los ojos se me cae el mundo encima, porque tengo la sensación que para abrírselos a ellos los cierro yo. Les veo sonreír y sonrío con ellos pero mi sonrisa encierra mucha tristeza, demasiada.
No es que sea supersticiosa ni nada de eso, pero creo lo que veo, aunque tampoco me molesto mucho en buscar una razón a los acontecimientos.
Quizás no sea así, pero lo que está claro es que algo estoy haciendo mal si toda esa buena suerte que creo estar creando no la estoy creando para mi, si no para los demás.
No es algo tan malo cuando al menos uno va capeando el temporal, pero es que yo ahora mismo tengo la tormenta perfecta sobrevolando mi cabeza y yo también quiero tener algo bueno.
Yo que se... la verdad es que es demasiado tarde para entrar en estos razonamientos tan extraños.
Será la falta de sueño y el exceso de ideas lo que me hace tener el cerebro aturdido y ofuscado.
Será eso.

09 agosto, 2010

Pérdida

Estoy leyendo un libro muy bueno, "El mundo amarillo" de Albert Espinosa.
Habla de muchas cosas, de la vida más bien. Me encanta como se respira una forma de ver el mundo tan diferente. Tan como la mía.
Una de las muchas cosas de las que habla es de la pérdida. De cómo las pérdidas son buenas porque te dejan algo de lo que aprendes.
Lo malo es que según mi punto de vista enfrentarte a las pérdidas conlleva lo que se le suele llamar duelo. Pero el duelo es largo y te hace pasar por un montón de estados anímicos que no son demasiado fáciles.
Yo estoy ahora en plena pérdida. No es una pérdida de las más duras ni mucho menos, ni nada que no sepa que terminaré superando, pero aún así está siendo difícil.
Es para algunos una pérdida banal, pero para mi está siendo la pérdida que más me está costando. Supongo que confiaba en no tener que pasarla aún y enfrentarme a ella no era algo con lo que contara.
He perdido a alguien especial a quien no dejo de necesitar. Ese es el tema, pero antes de reconocerlo tan abiertamente he recorrido un camino largo, muy largo.
Pasé por la sorpresa de no saber que pasaba, la duda de si yo había hecho algo mal, el miedo a que eso fuese cierto, el enfado al ver que no era mi culpa, la decepción por las ilusiones perdidas, un nuevo enfado por sentirme engañada, la pena de ver que no tenía nada que hacer, asumir que le perdí y por último esta enorme soledad.
Y eso sin contar con la apatía que intermitentemente me invadía y que conseguía que dejase de hacer fotos, de escribir, que fuese borde y llorona.
Porque he llorado mucho en todas esas fases, con pena o con rabia, pero he llorado. Podía echarle la culpa a él, pero sería egoísta por mi parte. Yo era la que exteriorizaba así la angustia, y tengo que reconocer que muy mal tampoco viene.
Aún no he terminado con todo esto, porque yo considero que aún le necesito y él ha pasado página. Es su derecho y a eso me aferro, a que él hace lo correcto para seguir su vida. Yo ya no le aporto nada que necesite y no debo estar ahí molestando.
Ahora entiendo muchas cosas, aunque aún me quedan demasiadas cosas en el tintero. Pero está bien esta fase, porque veo que poco a poco todo se coloca en un nuevo sitio y me voy acostumbrando a él.
Solo pienso que después de esta pérdida me voy a enfrentar a otra más, que se que costará menos porque tenía que haberla empezado mucho antes y porque la empiezo yo.
Supongo que es lo de siempre, la gente entra y sale, va y viene.
Él salió de mi vida y yo me voy de la vida de otra persona. Ni tan mal.

23 julio, 2010

Remember me

If you could hear me, I would say that our finger prints don't fade from the lives we've touched...

...

Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, porque nadie más lo hará.
Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice "no estas minimamente preparado para esto", pero la otra parte dice "hazle tuyo para siempre".

05 julio, 2010

MOROSOS

Hay que joderse... ahora resulta que por reclamar a alguien lo que debe, uno es un delincuente.
Irónico por lo menos si que es.
Ya no se a donde se va a llegar. Al final las víctimas terminan como acusados...tremendo.
Los hechos son simples: una empresa despide a un grupo de empleados entre los que me incluyo, y pagan aunque con retraso todo lo que nos deben (que era bastante). El resto de los compañeros de la empresa siguen trabajando durante 4 o 5 meses sin cobrar nada, y se entretienen haciendo caricaturas de los jefes y escribiendo cartas absurdas para matar el tiempo. Hasta que también son despedidos, pero sin ver ni un duro de todo lo que les deben.
Todos los empleados tenemos una buena amistad y seguimos quedando a pesar de que no todos vivimos en la misma ciudad. Los meses pasan y los jefes siguen sin pagar nada a ninguno de los trabajadores a los que deben dinero, así que además de las acciones legales (que van demasiado lentas para la paciencia y las carteras vacías de muchos) empezamos a movilizarnos de una manera más reivindicativa.
Se hacen carteles y pegatinas llamándoles morosos y empapelando la ciudad, reclamando que paguen. La noche acabó de la peor manera posible: uno de los jefes nos buscó y al encontrase con una de mis compañeras la agredió a ella y a su novio.
Pues muuuchos meses despues empiezan a llegar una serie de citaciones a un grupo de los empleados donde se nos comunica que los jefes nos han denunciado porque les hemos difamado y que tenemos que acudir a un juicio en un par de meses porque tienen las grabaciones de una cámara de seguridad donde se nos ve.
No me quita el sueño porque se que es una chorrada y que no tienen razón alguna, que cualquier juez se dará cuenta de que los que hemos sufrido amenazas y agresiones somos nosotros y que son ellos los que deben mucho dinero a sus empleados.
Yo solo pienso en lo que dice el cartel, y si recurro a la definición no hemos dicho mentira alguna, porque son unos morosos y deberían pagan sus deudas. Y si eso es amenazador vamos mal.
Es más si hubiéramos sabido lo que sabemos hoy en día hubiésemos añadido cosas como: agresores, violentos, delincuentes y mil cosas más.
Espero que por una vez la justicia sea realmente justa y de a cada uno lo que se merece.
Sin más.

30 junio, 2010

...

...

Mi único dialogo en el día de hoy:
-Que te pasa???
-La vida es lo que me pasa.
Y a eso me respondió el silencio. Será que es verdad.

28 junio, 2010

Recuerdos

Me parece que lo más valioso que puede tener una persona son sus recuerdos. Las cosas materiales van y vienen, y a la larga realmente tampoco son tan importantes.
Los recuerdos te pueden traer una sonrisa a la cara cuando te recreas en ellos, sobre todo si son buenos. Te llevan de vuelta a sitios y momentos especiales, y te hacen acordar de que son esos instantes donde reside la verdadera felicidad.
Una vez una persona que conocí me dijo que recordar era la mayor pérdida de tiempo que existía, porque mientras recuerdas te olvidas de vivir el presente. Aquello me hizo darle vueltas y vueltas a la cabeza durante mucho tiempo, porque algo de razón si que hay en esas palabras.
Yo tiendo a distraerme recordando las cosas buenas, sobre todo si ya no pasan, y me da miedo estar perdiéndome algo mientras tanto. No es que yo también crea que es una perdida de tiempo, pero reconozco que a veces no es algo demasiado positivo.
Hoy ha sido un día de recordar, de recordar mucho, y no ha sido en buen día. No se si es que al recordar me he dado cuenta de lo miserable que soy ahora y lo estúpida que fui por no darme cuenta de lo afortunada que era hace un tiempo.
El día no empezó mal, pero algo vino a mi cabeza de repente y todo cambió. No se si empecé por pensar en mi presente y me refugié en el pasado o si fue al revés. El caso es que he recreado todo un día en mi mente, hora por hora, suspirando cuando pensaba que en ese instante era feliz.
Creo que ha sido un error hacerlo, porque ahora estoy demasiado triste como para alegrarme por algo que ya pertenece al pasado. Pero por otro lado mientras lo hacía no era muy consciente de que eso pasaría.
De todas maneras no me compensa demasiado. Sigo valorando esos recuerdos como lo más importante de mi vida, pero no me hace ningún bien refugiarme en ellos como vía de escape.
Me he perdido todo el día de hoy, y eso no tiene vuelta atrás, ni me va a generar recuerdos en el futuro.
Definitivamente no me compensa.

26 junio, 2010

Un abracito, por favor

Tengo ganas de abrazos. Muchas ganas.
Estoy demasiado sola y tengo la gran gran gran suerte (se nota la ironía?) de que la poca gente que me rodea es del tipo "nomeabracesquemearrugaslaropa". Un desastre, vamos.
Y claro, se me acumulan las ganas hasta que se convierten en un antojo de los grandes. Y me pongo tonta, muuy tonta. La verdad es que es una sensación que no se muy bien como manejar.
Me resulta demasiado triste tener necesidad de contacto físico. Sobre todo porque yo soy de las que achucho demasiado, y me gusta tocar a la gente cuando hablo, pero como no a todo el mundo le gusta, pues la mitad de las veces que estoy con alguien tengo que reprimirme un poquito.
Esto es triste triste... joer, mejor ni pensarlo.
A ver si con el fin de semana me sonrie la suerte y me encuentro con uno de esos pocos amigos que me saludan con un fuerte abrazo. Y eso sí, al que pille no le voy a soltar en un buen rato, que con tanta carencia voy a tener que cargar las baterias con perspectivas de larga duración.
Me consuela pensar que algo más de una semana voy a mi tierra y allí con la excusa del reencuentro con la pandilla me liaré a dar abrazos a diestro y siniestro.
Que ganitas...

24 junio, 2010

San Juan

Dicen que en la noche de San Juan se purifica el alma.
Yo no se si será tanto como eso, pero esta noche he purificado un poquito mi mente, que falta me hacía.
He celebrado esta noche de meigas yo sola, como hace años, con una pequeña hoguera donde he quemado todos los malos pensamientos, las angustias, y todo lo que me estaba destrozando el alma.
Tiene algo curativo el fuego. No se exactamente que es, pero quedarme quieta mirándolo me relaja, tiene algo mágico, como la noche. Me imagino todas esas cosas que me hacen sufrir consumiendose entre las llamas, y el humo que desprende disipa en el aire su recuerdo. Es visualmente la mejor medicina contra el mal del corazón.
Luego me he quedado mirando el cielo, y aunque las nubes no me dejaban encontrar ninguna estrella sabía que estaban allí. Lo mismo que la luna, grande y única.
Hacía tiempo que no me acordaba de mi luna única. Será que me da pena acordarme de otras cosas, pero bueno, ese cuento se acabó.
Y así me he quedado, sentada en el suelo, tapada con una manta y viendo como terminaban de consumirse las cenizas de mi pequeña hoguera.
Lo bueno es que este año tenía una banda sonora muy especial. Aparte de oír las olas del mar a lo lejos y los árboles agitarse al son del viento, a pocos metros de mi casa la gente del pueblo se divertía con su hoguera en la plazoleta, y sus risas me contagiaban de felicidad y ganas de reír también. Ha sido mi otra medicina.
Y he salido de casa a rodearme de gente que conozco de toda la vida, a reírme cantando, a jugar con los niños que veo cada día correteando por los caminos.
Estas son las cosas que tengo que recordar cuando no me sienta bien. Que siempre hay alguien dispuesto a ofrecerte una sonrisa y darte un abrazo cuando lo necesitas aunque ellos no lo sepan en realidad.
Supongo que es cierto que algo de mágica tiene esta noche.

22 junio, 2010

No puedo dormir

No puedo dormir. No puedo focalizar nada de mi futuro.
Con lo fácil que parecía todo hace un año. Con lo bonito que estaba siendo mi vida entonces. Tenía un sueño, una ilusión, mis ojos estaban llenos de esperanza y todo me parecía posible. Realmente todo era posible hace un año.
Y ahora que?
Ahora solo tengo la nada, como pasaba en La Historia Interminable, donde la Nada absorbía todo a su alrededor, la felicidad, la vida, los sueños, las ilusiones... la fantasía.
Un año.
Me sentía tan dueña de mi misma. Me faltaba valor para hacer las cosas, pero aún así sabía que yo decidía lo que pasaba. Ya nada es como entonces, a veces creo que sí, pero en el fondo soy consciente de que no es así, de que siempre llego tarde, de que decido tarde, de que todo ya pasó de largo cuando llego yo.
Es tan frustrante esta sensación porque no la puedo dominar, porque como todo en mi vida no está bajo mi control y ha llegado el momento en el que ya no puedo seguir más así.
Se que mañana volveré a sonreír y que nadie notará en mi cara que he llorado, ni en mi voz que no estoy bien. Y mi vida seguirá como hasta hoy.
Con suerte lo mismo dentro de un año la perspectiva es diferente y estaré bien de verdad. Quien sabe...
Habrá que esperar otro año para comprobarlo.
Demasiado tiempo.

21 junio, 2010

Sola, muy sola

Llevo un par de días con la sensación de tener el corazón encogido. No es por nada en particular, o sí, la verdad es que no lo se.
Debe ser la ausencia de señales que me recuerden que voy en el camino correcto. Esas pequeñas cosas que me hacen seguir adelante por muy loca que sea la idea. Estoy ligeramente triste, un poco nostálgica y muy angustiada. Me pregunto mil veces a lo largo del día si estoy haciendo lo que debo, y un silencio tremendo es lo único que recibo por respuesta. Y me asusta.
Parece que por segundos se me arruga el alma. Y aunque intento estirarme y mirar al frente, al instante vuelvo a hacerme un ovillo y me siento demasiado sola.
Después de todo es como estoy... sola.
Sola ante un futuro incierto, sola con un montón de amor que no tiene dueño, porque no tengo a nadie que me escuche las mil tonterías que digo o que se ría de mis ocurrencias y de mis planes.
Me niego a pensar que me estoy echando atrás antes incluso de empezar, pero no encuentro nada que me anime como antes. Ya no hay un montón de esas pequeñas cosas que me hagan tirar hacia delante.
Y no se que hacer ni donde buscar las ilusiones que se me van cayendo del corazón por el camino cada día. Lo malo es que las siento caer como pequeñas plumas que parecen no pesar, pero que me ayudaban a levantar el vuelo, y ahora sin ellas ya no se como volar.
Estoy sola, mirando al cielo buscando la manera de despegar del suelo. Y mientras tanto los demás están ahí arriba, volando con sus sueños.
Estoy sola y me arrugo.

12 junio, 2010

16 años

El tiempo sigue pasando sin pausa. Parece que fue ayer cuando hablaba de los 15 años que habían pasado y ahora ya hablo de los 16 años sin ti.
Pero te sigo queriendo como siempre y tu recuerdo no se irá jamás. Cada vez estoy más segura de que tu muerte nos separó en lo físico, pero nada más.
Esta noche pensaré en ti y lloraré como cada año tu ausencia, pero te llevo tan cerquita de mi corazón que se que estarás a mi lado siempre.
Te quiero mi vida, te echo de menos...

11 junio, 2010

Ya paso.

Hace unas semanas simplemente decía que te echaba de menos. Hoy aún siento exactamente lo mismo, pero añado algo más, que me da pena.
Me da pena tu dejadez y tu abandono. Tu absoluto pasotismo. Y se bien que no sólo es por mi. Digamos que has cambiado todas tus preferencias. Estás en todo tu derecho, por supuesto, pero por eso no deja de sorprenderme. Me pilló totalmente de sorpresa, aunque tenía que haberlo visto venir.
Quizás te conocía menos de lo que pensaba, o quizás te conozco más de lo que creo, pero el caso es que ya nada es igual. Ahora estás, ahora no. No hay quien te entienda, si es que eso es posible. Y yo ya paso de intentarlo. No tengo tiempo para eso. Y tu no quieres tener tiempo para explicarlo. Me da igual.
Me doy por vencida y desaparezco. Como dice una amiga mía: yo fui, tiempo pasado.
Que te vaya bien.
Y sabes que? retiro lo que dije hace tiempo... no me alegra, porque no puedo alegrarme de que esto esté pasando.

10 junio, 2010

Mirada

Necesito que me miren. Pero no que me miren como puede hacer cualquiera en cualquier momento. Quiero una mirada verdadera, una mirada transparente y espontánea.
Una mirada que me diga que alguien me quiere, que soy lo más importante del mundo.
Necesito una mirada que me llene de amor, que me haga sentir cómplice de una felicidad eterna.
Una mirada que exprese una necesidad imparable de estar a mi lado, de quererme. Una mirada que me enseñe un pequeño destello del dolor que siente cuando no me ve.
Necesito que me miren desde lo más profundo del corazón y no sólo con los ojos. Y que yo pueda ver en esa mirada el reflejo de mi alma gemela, de mi gran amor.
Necesito encontrarme con esa mirada antes de volverme completamente loca, antes de empezar a pensar que nada tiene sentido porque nada sale bien.
Necesito tanto que me necesiten.

07 junio, 2010

Efímera

Es genial poder hacer de vez en cuando cosas diferentes, cosas que me hagan no pensar en los mil y un problemas que tengo rondándome por la cabeza. Mis planes interminables, mis conflictos personales...
Ayer domingo pude hacer una pequeña excursión que llevaba soñando hacer muchísimo tiempo. Generalmente es complicado llegar a esta pequeña islita con visitas limitadas, que no es turística al uso, que no tiene playas de fina arena blanca y que en sus pocos metros cuadrados tiene muchísima historia acumulada.
Pero por fin ahí estaba yo ayer, y aunque pueda parecer una tontería me emocionó cumplir ese pequeño sueño. Fue una visita quizás demasiado corta, pero realmente muy intensa.
Ya he hablado miles de veces de mi pequeña obsesión con las piedras y de mi necesidad de tener siempre en mi bolsillo una. Está más que claro que una de las primeras cosas que pensé al llegar a la isla fue en buscar una pequeña piedrita para mi bolsillo. Creo que lo pensé incluso antes de subir al barco.
Normalmente la cosa funciona de la siguiente manera: no miro al suelo más que lo indispensable, disfruto de lo que esté viendo, tocando plantas y descubriendo cosas a mi alrededor. Pero si mi instinto me hace bajar la cabeza, entonces paro unos segundos y dedico esa fracción de tiempo a ver si a mi alrededor hay alguna piedra especial. Y no siempre es algo instantáneo que pasa tan rápido como yo quisiera, pero cuando al final la encuentro, o más bien me encuentra ella a mi, se que es única.
Ayer la encontré de esa forma, simplemente miré al suelo y allí estaba, desgastada y común desde el punto de vista de alguien que no ve más allá, pero me hizo reflexionar mucho.
Me hizo darme cuenta de lo efímera que resulta mi propia existencia. Por un instante pensé en esa piedra con sus miles de años a sus espaldas, con tanto que habrá visto y vivido en esa pequeña isla. Pensé en todas las personas que podrían haberla tenido en sus manos, igual que la tenía yo en ese momento, en los sueños que rondaban las cabezas de todos ellos igual que yo tengo los mios en en la mía. Y al compararme con la piedrita fui consciente de lo pequeña, breve y fugaz que soy.
La piedra estaba aquí mucho antes que yo, está mientras yo esté y estará aquí mucho después de que yo desaparezca.
La excursión siguió, y de allí fuimos a otra isla, mucho más turística, con playas de arena blanca y fina, y con muchas otras cosas que aportarme, pero yo me pasé el resto del día con mi nueva piedra en la mano, tratando de imaginar su vida antes de que yo la recogiera del suelo, imaginándome a que sitios la llevaré mientras esté conmigo y donde estará después de mi paso por su existencia.
Que poquita cosa soy.

01 junio, 2010

Yo sola.

Se acabó el mes.... por fin.
Espero poder recuperar un poco mi vida, que la tenía un poco descuidada. Tanto trabajo y tantos preparativos me estaban empezando a pasar factura, física y mentalmente.
Por un momento he creído que echaría por tierra todos mis planes porque con el grado de agotamiento que arrastraba no me veía capaz de enfrentarme a lo que se me viene encima. No tenía la perspectiva correcta. Pero solo ha sido un tropezoncito de nada. Todo sigue en pie.
Este mes debería darle más caña al asunto porque que haya puesto una fecha tan a largo plazo me esta descuadrando un poco. Por un lado me impaciento y por otro me relajo porque me parece demasiado lejano.
Ya me veo a ultima hora toda acelerada porque se me queda algo atrás. Tendré que volver a ponerme horarios y plazos de entrega ficticios, a ver si espabilo un poco.
La verdad es que a medida que pasan los días voy pensando variaciones de los planes a ver si alguna me gusta más, pero aunque hay muchas cosas que me tientan aún no lo tengo claro del todo.
Hoy he vuelto a soltar la perla de mis planes a otra persona. Me hace gracia que todos se quedan algo soprendidos unos segundos, luego sonrían y me pregunten.... ¿tu sola?. Me hace gracia porque es como si te dijeran que necesitas a alguien para comer o respirar. Para ser feliz me necesito a mi solita y a nadie más. Los acompañamientos son bien recibidos, evidentemente, pero no indispensables. A estas alturas ya no.
Por un momento me hacen dudar, porque llevo demasiado tiempo haciéndolo todo acompañada, pero claro está que no era feliz y que necesitaba un cambio. Así que a cambiar yo sola y que sea lo que tenga que ser.

30 mayo, 2010

Embelesada

Hace un par de años conocí un grupo de música que son de cerca de donde yo vivo. Son ocho componentes, dos hermanos argentinos y unos cuantos amigos que tocan juntos y se divierten con lo que hacen. Uno de esos hermanos me cae muy bien y aunque no tenemos una relación muy cercana me siento muy a gusto cuando me lo encuentro y hablamos, o cuando le veo en un concierto. Es un tipo majo y además el grupo es muy bueno.
Ayer fuí a uno de sus conciertos y al entrar en el local le busqué con la mirada. Estaba como ansiosa, no se explicarlo bien. Fué una sensación extraña porque realmente con quien más trato tengo es con los otros componenetes del grupo y sin embargo solo tenía ganas de verle a él.
Estaba al fondo de la barra, distraido, bebiendo una cerveza. Por primera vez me di cuenta de lo guapo que es. Parece raro despues de verlo tantísimas veces en los ultimos meses y no ser consciente de eso hasta ahora, pero me fascinó la sensación.
Queria estar a su lado, pero me temblaban las piernas como a una adolescente, así que empecé a saludar a todo el mundo evitandole a él y dejandole para el final.
De pronto se mezclaron nuestras miradas y sonó como un chasquido dentro de mi. Definitivamente pasó algo con lo que yo no contaba. Sentí que le pertenecía. Me quedé completamente embelesada.
Fué un concierto demasido raro. No podía dejar de mirarle mientras tocaba la guitarra y a pesar que él llevaba gafas de sol tenía la certeza de que me estaba mirando a mi. Hasta se equivocó con la melodía mientras nos mirabamos fijamente.
Acabó el concierto y cada uno se quedó en el local con quien debía estar, pero nos seguiamos constantemente con la mirada. No era algo llamativo, pero los dos nos situabamos de forma que nos podiamos ver.
Me sentía furiosa por no poder tocarle, por no poder decirle lo que me estaba pasando. Pero me sentía más furiosa aún porque estoy completamente segura de que va a ser imposible que pase nada nunca entre nosotros. Quizás nos separen más cosas de las que nos unen.
A la hora de marcharme pasé a su lado y me agarró de la cintura. Me miró fijamente a los ojos y los desvió solo para acercar su boca a mi oido para decirme en un susurro que mi presencia era un placer y darme las gracias.
Casi me derrito.
Casi me mata su novia al verle.
Casi me mata mi novio al verme.

29 mayo, 2010

Ex.

Tengo una teoría sobre los ex.
Los ex, esa extraña especie cuyos individuos, una vez que sea acaba la relación, tienden a cambiar la opinión total de la que fue su pareja hasta ese mismo instante. O decide hacerla desaparecer de la memoria o se vuelve su peor enemigo. Más raros aún son aquellos que mantienen al menos la amistad que les unió durante un tiempo.
Mi opinión siempre ha sido de conservar la amistad, porque a fin de cuentas has compartido mucha intimidad y confianza con esa persona como para convertirte en un desconocido y olvidar hasta las cosas buenas que hubieseis pasado juntos . Y sin contar que tu ex no se rebele contra ti y saque a la luz algún que otro trapo sucio, que conozco el caso. Supongo que es algo como los celos, cada uno maneja su amor o desamor a su manera.
Yo tengo ex de todos los tipos existentes. De los que desaparecieron de mi vida igual que entraron, de los que fueron mis amigos y ya no lo son, los que fueron y siguen siendo mis amigos, y de los que ahora son más amigos que antes.
Y mi teoría es que a la larga ninguno está seguro de lo que hizo en el pasado e intentan arreglar lo que rompieron manteniendo un pequeño nexo de unión.
Lo malo viene cuando uno de esos ex que son amigos, de pronto se acuerdan de que fue una tontería desperdiciar tu amor y ahora quieren volver con más ganas y sin apenas preguntar. En definitiva que el nexo de unión... una mucho mucho.
Que digo yo.... haberlo pensado antes de dejarme!!! Que bastante mal lo pasé por aquel entonces, como para que me vengas ahora con que me quieres de verdad y que no quieres una vida donde no esté yo. Y una leche!!! Ojalá hubieses sido así de dulce antes de fastidiarme la existencia años atrás.
Pero lo que pasa es que una es un poco lela y sin darse cuenta se deja querer demasiado y luego no es fácil parar. Sobre todo porque es muy agradable recibir mimos de alguien a quien tienes un afecto especial. Y claro, una está pasando un momento en la vida raro, y escuchar caramelitos dulces en el oído ablanda demasiado como para ponerle freno.
Hace unos meses alguien me dijo que lo que estaba sintiendo en esos momentos no era amor, si no una especie de capricho o un dejarme querer por alguien que me daba atenciones. Yo lo negué tajantemente, pero durante unos días tuve mis serias dudas porque no tenía muy claro como sería eso del dejarse querer. Ahora me reafirmo en lo que dije en aquel entonces porque esto que estoy haciendo con mi ex sí que es dejase querer, y se nota diferencia.
Y me dá una rabia terrible que alguien me hiciese dudar de lo que siento. Que él no compartiera esos sentimientos es una cosa, pero que no los sienta yo, es otra muy diferente. A lo mejor simplemente era una forma de sentirse mejor al pensar que si eso era así, no me estaba haciendo demasiado daño.
No se.... ya no lo pienso.
Por una vez voy a disfrutar de eso del dejarse querer. Total para que no entiendan lo que siento siempre estamos a tiempo.

27 mayo, 2010

Monotema

La verdad es que estoy un poco monotemática.
Que si mis planes por aquí, que si mis planes por allá, que si yo esto, que si yo lo otro.... yo yo yo y más yo.
Casi que me aburro de mi misma, y eso ya me parece de lo peor.
Que yo siempre he sido muy de autocompadecerme y esas cosas melodramáticas, pero es que ultimamente me estoy pasando de largo.
Vamos, que de esta me da para hacer el guión de una telenovela lacrimógena y pastelona. Pero de las de 1000 capítulos en la primera temporada. Porque tengo argumento para un rato largo.
No me voy a poner a recapitular, porque me eternizo, pero la cosa es para llorar. Que no doy pie con bola y hoy me ha dado la paranoia que en mis planes algo va a salir mal. O más bien, que he pensado que ya es tarde para que las cosas salgan bien.
Vale... que si... que son chorradas y que pierdo demasiado el tiempo analizando todo y que actúo poquito poquito, pero bueno a estas alturas ya se sabe como soy.
El caso es que he releído el blog, las entradas de las ultimas semanas buscando cual es el fallo de mis planes, y aunque no lo he encontrado (aún) me he dado cuenta de que ya no cuento historias de esas que me pasan en el día a día.
No se si es que no me pasa nada o que lo que me pasa no tiene importancia. Tambien es verdad que me paso el día trabajando, que manejo el carro de Correos y las cartas al dedillo y que me se las calles de mi pueblo mejor que mi madre. Y despues de eso poco más.
Bueno sí, que tengo dos trabajos, pero que se solapan de tal manera los horarios que tengo que comer mientras conduzco. Estoy pillándole el truco a esto de cambiar las marchas con el bocadillo en las manos. Lo más gracioso es que hoy me crucé con la Guardia Civil y ya me estuve imaginando el cachondeo del hombre al verme con el bocata y la botellita de agua. Bueno, el cachondeo y la multa, porque seguro que con mi suerte me multan aunque solo sea por putear.
Lo que está claro es que o hablo de cartas certificadas o hablo de las macarradas que veo en la carretera, que son muchas las que veo todos los días, cartas y macarradas.
Lo que más me fastidia es que en un par se semanas vuelvo al paro después de pasar uno de los meses más estresantes de los últimos años. Como se suele decir "días de mucho, vísperas de nada".
Ya me veo yo el día que acabe de trabajar con esa sensación horrible de... y ahora que????
Espero que me de tiempo para actualizar más los dos blogs o para acelerar los planes, pero tendré que hacer algo antes de que literalmente me muera de un aburrimiento crónico galopante, que cosas peores se han visto.