05 enero, 2010

regalitos

No tengo remedio, no hay manera de que no me entren las prisas.
Es que parece que los días pasan más rápidos o que las horas se escapan en el reloj. El caso es que otra ves se me han echado encimas las fechas navideñas y yo estoy con los regalos a medio preparar.
Y como todo el mundo se pone de acuerdo para nacer entre diciembre y enero pues añado a los regalos navideños los regalos de cumpleaños de varias personas.
Si fuera como el común de los mortales me iría a un centro comercial y en una tarde, y tirando alegremente de tarjeta de crédito, tendría todo solucionado sin más quebraderos de cabeza.
Pero yo no soy así. Soy raruna hasta para eso.
No me gustan los regalos que no se piensan. Los que compras porque dices"bah! eso le va bien", y que luego el obsequiado abandona en cualquier rinconcito. Yo soy más de comerme la cabeza hasta que doy con una cosa que haga a quien lo recibe sonreír al recibirlo y sonreír al verlo días o meses después. Y eso no es nada fácil.
Soy más de regalos prácticos, que puedes llevar contigo, que tienen vida. Regalos múltiples, con muchas partes o con instrucciones. Y cuanto más especiales son, más tiempo llevan de preparación. Y si es algo que no se puede preparar pues seguramente lleve algo más que lo hagan especial. Un envoltorio diferente, una nota o una carta, yo que sé...lo que se me ocurre en el momento.
Que sí, que ya se que son una lata, pero vamos que con diferencia me gusta mucho más regalar algo así. Y estas fechas son agotadoras mentalmente por eso mismo.
Regalo a mis padres cosas que necesitan, pero les añado cosas que hagan que se rían un poco. Pero este año el que más me está costando es el de mi hermano. Que se ha puesto difícil decidirme, además añado que su cumple es dentro de poquito y son dos quebraderos de cabeza.
Y para colmo de males mi catarro insistente no me deja en paz y tengo la mente atolondrada entre antibióticos y mocos. Estoy yo como para pensar en regalitos. Pero es que mañana llegan los tíos estos que siguen una estrella y se van a enfadar conmigo porque no les he preparado casi nada de lo que tienen que dejar en los zapatos de todos. Que llevo mucho retraso con tantas cosas que preparar y eso es mucha presión hasta para mi.
Así que mañana me daré prisa y con las tijeras en una mano y el papel en la otra prepararé un montón de cositas para que el personal no se sienta decepcionado.
Ojala fuesen todos niños, que esos si que son fáciles de sorprender con un regalo. Cualquier cosa les hace felices. Una vez a mi sobri fueron unas pinturas y una piedritas de río para que las pintara y su frase: "tita... eres la reina de los regalos chulos"
Lo mismo este año me lío a regalar piedras a todo el mundo. Y a quien no le guste que pida reclamaciones a los de oriente.

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