21 julio, 2009

Quiero leer

Llevo tiempo diciendo que quería estar ocupada, tener la mente llena de cosas para no pensar en lo que me da quebraderos de cabeza. Quería no tener horas muertas que me aburrían y me desesperaban. Pero ahora que tengo el día repleto de actividades es cuando veo que hay que saber bien lo que se pide.
Tengo las mañanas y las tardes completas, y lo poco que descanso es el tiempo que paro a comer. Estoy tan cansada y agotada que ocupo practicamente todo mi tiempo libre en dormir, ni tan siquiera dedico un ratito de ese tiempo a la segunda cosa que me gusta hacer aparte de escribir....leer.
Yo que soy de leer cada día como un ritual cuando me meto en la cama antes de dormir, yo,que leo cualquier cosa que cae en mis manos, yo, la lectora compulsiva, no tiene fuerzas ni para leer. Tremendo.
Y ahí tengo esos dos libros que estaba leyendo al tiempo totalmente aparcados, cogiendo polvo en la mesilla de noche. Y lo peor es que me entra un sentimiento de culpa horrible, porque veo como se me acumulan las lecturas y yo no hago ni el mínimo gesto por agarrar uno de los libros y leerlos y eso que la lista de libros por leer es enorme . Cada noche me vence el sueño y eso si, pensar en mis penas no pienso, pero tampoco pienso en las alegrías que aunque son pocas me llenaban los minutos que pasaban entre que dejaba el libro y me quedaba dormida y que me dejaban dormir con una sonrisa tonta en la cara.
Quiero que llegue el fin de semana y poder tumbarme debajo del castaño a descansar con un libro en la mano, y entrar en ese mundo paralelo que hace que desconecte del mundo real.
Eso si es descansar...

07 julio, 2009

Feliz cumpleaños

Feliz cumpleaños para mi... y ya son 34.
Me encanta cumplir años y siempre ha sido así. No me traumatiza hacerme mayor, no me preocupa envejecer, ni que me salgan arruguillas. Y me gusta reconocer mi verdadera edad...ni quitarme ni ponerme años...total para que?
De cría te dicen que es porque tienes prisa por crecer y que ya se te pasará con los años, pero cuando lo dices con más edad la gente se sorprende al oírte decirlo. Y la verdad es que no entiendo muy bien por que.
Me parece precioso que pasen los años, acumular experiencias y perspectivas. Mirar atrás y ver a la persona que fui hace 10 , 15 ó 25 años, y por supuesto reírme de mi misma por millones de cosas.
En este día me rió al recordar a la niña sociable de rizos rubios que le encantaba ir en bici y que cada verano marcaba sus rodillas con alguna preciosa herida de las que aun me quedan cicatrices, la que hacia sus propios juguetes porque eran más divertidos y que se quedaba horas y horas mirando como una hormiga cargaba con una miguita de pan.
Me encanta recordar a la adolescente introvertida con gafas, que se pasaba las tardes leyendo y escuchando música en su habitación, que miraba la luna y las estrellas soñando con su propio mundo y escribiendo sobre él en cientos de cuadernos que decoraba con dibujos suyos.
Y no puedo olvidarme de esa jovenzuela loca que se reía a todas horas, que le encantaba salir con sus amigos y que vivía eternamente enamorada, bien de un chico, bien de la vida.
Todas esas son un poquito yo, porque soy quien soy por lo que fui una vez.
De la niña conservo las ganas de crear, de observar y apreciar las pequeñas cosas. De la adolescente me quedan los sueños y las ganas de escribir sobre mi mundo. De la jovencita me guardo las ganas de reír y disfrutar de la vida, y por supuesto las ganas de amar.
Dentro de unos años cuando cumpla muchos más me acordare de la mujer que ahora esta enfrente de este teclado, de sus ilusiones, de su fuerza y de sus ganas de conseguir esa felicidad que tanto ansia.
Y me seguirá gustando cumplir años.

06 julio, 2009

Viajar...contigo

Si hay algo que me gusta de viajar es cuando conoces, por una casualidad y sin buscarlos, sitios que no esperas. Sitios especiales que no vienen en guías de viaje ni en los panfletos de las oficinas de turismo. Sitios que descubres por intuición, porque algo te dice que te va a gustar lo que hay más adelante de tus pies.
Puede ser que hayas leído un libro que estaba ambientado en esa ciudad y que al ver las calles sobre las que una vez leíste te sientas en medio de aquellos sitios y te dejes llevar. Y ver que las calles que se describían existen en realidad y que todo es como lo imaginabas... las paredes, los colores, los olores, los sonidos. Mirar a tu alrededor y sentir que ese sitio es especial, pero especial para ti.
Y ese algo en tu interior te impulsa a girar a derecha o izquierda, en cualquier cruce, sin plantearte si ese es el camino al que te dirigías. No te importa, porque estas viviendo tu propia ruta, descubriendo tus caminos en esa ciudad. Y te sorprende una fachada, una puerta, un gato negro que en medio de la calle se para y te mira.
Todo es inesperado y mágico, y exactamente por eso es especial, porque nadie podría revivir esos sentimientos que tu estás viviendo en ese momento. Ni tan siquiera tu mismo podrás volver a sentirlos, al menos no en el mismo sitio.
Pero ya conoces lo que se siente cuando eso pasa, y te apetece que alguien que es especial para ti viva algo así contigo. Y esperas que llegue el día en que puedas volver con esa persona y le acerques a un sitio especial para que se deje llevar... y tu mientras le miras a la cara y te reconoces a ti mismo en su expresión y ves en sus ojos la magia que debían tener los tuyos un día como hoy.
Solo por eso me apetece viajar contigo.... porque estoy deseando ver esa magia en tus ojos.