27 febrero, 2010

Niñera

Algunas noches, muy de vez en cuando, hago de niñera para los niños de unos amigos. Soy como el comodín de los viernes cuando la canguro habitual tiene planes.
Lo hago muy a gusto, porque normalmente la noche de los viernes no tengo nada mejor que hacer y suelo quedarme leyendo o viendo alguna película tranquilamente en mi casa. Y total, es algo que hago igual en mi salón o en el de mis amigos. Y les hago un favor.
Además ni me entero de que hay niños.... la mayoría de las veces. Lo cierto es que son tres peques encantadores, dos niñas y un niño que me caen de maravilla. Les leo un cuento en la cama, les doy un beso a cada uno y se quedan dormidos sin rechistar. Así da gusto, la verdad.
Pero esta noche me están haciendo trabajar un poco.
Hasta las 11 todo bien, pero... Miguel me llama. Quiere ir al baño. Subo a la habitación. Lucía se despierta y quiere palique. Me niego y la arropo para que siga durmiendo. Miguel tira de mi hacia el baño. Le traigo de vuelta a la cama en brazos porque se me queda dormido por el camino.
Vuelvo al sofá, pero solo 20 minutos. Así no hay quien vea una película.
Lucía tiene una pesadilla. Me llama para que le cuente algo. Subo otra vez los 14 escalones. La distraigo con una historia de mi perro. Miguel nos dice que nos callemos y Lucía le llama pesado. Al menos Teresa no se ha despertado. Les arropo y les mando dormir... como si me fuesen a hacer caso.
Vuelvo al sofá.... 35 minutos.
Oigo lloros. Teresa se ha caído de la cama y voy al rescate. Ahora los tres están despiertos. Lucía me habla del cole y Miguel del parque. Les prometo ir todos juntos un día si se duermen. Teresa quiere que me quede a dormir con ellos. Lo que me faltaba. Les digo que no, que yo prefiero dormir en mi cama porque las suyas son muy pequeñas y yo no entro. Se ríen y me prometen dormir ahora de un tirón.
No he llegado al sofá y Teresa me llama otra vez pidiendo agua. Buffff...... Vuelvo a subir las escaleras con una botella de agua grande en una mano y tres vasos en la otra porque preveo que los otros dos me lo pedirán también. Les doy agua, un beso y les arropo.
En fin, espero no tener que darme otro paseito a su habitación, pero me parece a mi que estos tres bichos hoy tienen ganas de fiesta.
De la película paso ya, me pondré a leer.
Al menos hoy no me aburro.

25 febrero, 2010

Relato hiperbreve.

El vacío que ocupaba el lugar de su corazón empezó a rasgarse por los bordes y el dolor de su pecho fue tan intenso que se despertó en medio de la noche.
Evitó moverse para no encontrarse con el otro vacío que tanto dolía, el de su cama. La oscuridad que todo lo inundaba le dio miedo otra vez. No ver, no saber, no tener.
A su mente volvió el recuerdo de su abrazo una noche, la luz que iluminó su vida un breve instante de tiempo.
Y por fin comprendió que todo aquel dolor lo causaba la pérdida de algo que nunca tuvo.

24 febrero, 2010

Poco que contar.

Madre mía..... llevo demasiado sin actualizar esto.
Supongo que lo de la vida monótona y aburrida tiene algo que ver. Si haces siempre lo mismo, o te repites o no hay mucho que contar.
Y yo soy ya, por norma general, bastante repetitiva, en especial con aquellas cosas que me importan demasiado. Machaco el mismo tema una y mil veces hasta que lo doy por resuelto, pero si a eso le sumo que son escasas las novedades que aparecen a mi alrededor el resultado es que no tengo nada de lo que hablar.
Son muy muy pocas las cosas que me sacan de este letargo, porque entre el mal tiempo y la falta de tiempo real para poder hacer lo que sea, la cosa esta fatal.
Si que tengo un par de entradas a medio escribir, con ideas que se quedan en el aire, pero parece que no arrancan del todo. Me falta inspiración... y ganas.
Este fin de semana ha sido algo diferente. Ha venido a verme alguien muy especial para mi. Menos de 24 horas, eso si, pero ha sido un cambio en la rutina que me ha venido de perlas. Ojala estuviese más cerca para venir más y alegrarme la existencia más a menudo. Sería perfecto.
Porque me he dado cuenta de que estoy cambiando a un ser gris. Y como ya dije una vez, es una color que no me gusta. Sobre todo porque la que se esta convirtiendo en gris soy yo. Lo que más me preocupa es que a veces quisiera huir y desaparecer, porque estoy casi segura que nadie se daría demasiada cuenta. Y no lo digo porque no me quieran, sino más bien porque no lleno.
A veces solo quiero sentir que a alguien en algún momento le hago realmente falta. Pero falta de verdad y no dependencia, que eso ya cambia el asunto.
No se.
Absurdo.... puede. Real.... también.
Tal vez solo sea que el gris me inunda y me apaga.
Estoy deseando que aparezca un día Arco Iris pronto. Por mi salud.

09 febrero, 2010

We're really fucked.

Cada poco tiempo tengo una crisis de vocación laboral. Sigo queriendo lo mismo, pero a veces me olvido de la razón.
Así que cuando eso pasa me fijo en dos simples gráficos que tengo en el corcho del escritorio. Son simples, dibujados a mano y que me recuerdan por qué quiero lo que quiero. Los dibujó alguien que ni siquiera tenía un título, pero resumió todo lo que hizo y que yo quiero hacer.
Una vez un profesor me dijo algo que me quedó grabado a fuego.
"Los principios bioclimáticos deben aparecer como un habito en la construcción y no como una rareza o una excepción. Por eso se debe hablar de buenas prácticas y de buena arquitectura y no de arquitectura singular."
Lo malo es que cuando eso lo cuentas te miran como un bicho raro y acabas por creertelo, y lo que es peor piensas que eres singular. Que tampoco es que me desagrade tanto la idea, pero en el fondo reconozco que complica las cosas.
La gente es de cañón fijo, lo que hace la mayoría es lo que vale, sin pararse a pensar que lo mismo un pequeño cambio les enriquece. Y no simplemente un cambio, sino también un vistazo atrás y un saber reconocer la experiencia de los que estuvieron aqui antes que nosotros. Basicamente no les fue tan mal en el pasado arquitectónicamente hablando. Vamos que no se caen catedrales todos los días.
Hoy me ha dado por buscar por internet algún otro raro especimen que cree en lo mismo que yo, y me he encontrado con esto:



Es un documental y esta dividido en 12 partes, pero es sumamente interesante.
Me ha devuelto un poquito de lo que estaba perdiendo. Eso si... sigo compartiendo plenamente la frase que dicen en el video y que da titulo a esta entrada.

03 febrero, 2010

Apatía absoluta....

lo que se traduce en unas minúsculas ganas de escribir ........