09 febrero, 2010

We're really fucked.

Cada poco tiempo tengo una crisis de vocación laboral. Sigo queriendo lo mismo, pero a veces me olvido de la razón.
Así que cuando eso pasa me fijo en dos simples gráficos que tengo en el corcho del escritorio. Son simples, dibujados a mano y que me recuerdan por qué quiero lo que quiero. Los dibujó alguien que ni siquiera tenía un título, pero resumió todo lo que hizo y que yo quiero hacer.
Una vez un profesor me dijo algo que me quedó grabado a fuego.
"Los principios bioclimáticos deben aparecer como un habito en la construcción y no como una rareza o una excepción. Por eso se debe hablar de buenas prácticas y de buena arquitectura y no de arquitectura singular."
Lo malo es que cuando eso lo cuentas te miran como un bicho raro y acabas por creertelo, y lo que es peor piensas que eres singular. Que tampoco es que me desagrade tanto la idea, pero en el fondo reconozco que complica las cosas.
La gente es de cañón fijo, lo que hace la mayoría es lo que vale, sin pararse a pensar que lo mismo un pequeño cambio les enriquece. Y no simplemente un cambio, sino también un vistazo atrás y un saber reconocer la experiencia de los que estuvieron aqui antes que nosotros. Basicamente no les fue tan mal en el pasado arquitectónicamente hablando. Vamos que no se caen catedrales todos los días.
Hoy me ha dado por buscar por internet algún otro raro especimen que cree en lo mismo que yo, y me he encontrado con esto:



Es un documental y esta dividido en 12 partes, pero es sumamente interesante.
Me ha devuelto un poquito de lo que estaba perdiendo. Eso si... sigo compartiendo plenamente la frase que dicen en el video y que da titulo a esta entrada.

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