24 febrero, 2010

Poco que contar.

Madre mía..... llevo demasiado sin actualizar esto.
Supongo que lo de la vida monótona y aburrida tiene algo que ver. Si haces siempre lo mismo, o te repites o no hay mucho que contar.
Y yo soy ya, por norma general, bastante repetitiva, en especial con aquellas cosas que me importan demasiado. Machaco el mismo tema una y mil veces hasta que lo doy por resuelto, pero si a eso le sumo que son escasas las novedades que aparecen a mi alrededor el resultado es que no tengo nada de lo que hablar.
Son muy muy pocas las cosas que me sacan de este letargo, porque entre el mal tiempo y la falta de tiempo real para poder hacer lo que sea, la cosa esta fatal.
Si que tengo un par de entradas a medio escribir, con ideas que se quedan en el aire, pero parece que no arrancan del todo. Me falta inspiración... y ganas.
Este fin de semana ha sido algo diferente. Ha venido a verme alguien muy especial para mi. Menos de 24 horas, eso si, pero ha sido un cambio en la rutina que me ha venido de perlas. Ojala estuviese más cerca para venir más y alegrarme la existencia más a menudo. Sería perfecto.
Porque me he dado cuenta de que estoy cambiando a un ser gris. Y como ya dije una vez, es una color que no me gusta. Sobre todo porque la que se esta convirtiendo en gris soy yo. Lo que más me preocupa es que a veces quisiera huir y desaparecer, porque estoy casi segura que nadie se daría demasiada cuenta. Y no lo digo porque no me quieran, sino más bien porque no lleno.
A veces solo quiero sentir que a alguien en algún momento le hago realmente falta. Pero falta de verdad y no dependencia, que eso ya cambia el asunto.
No se.
Absurdo.... puede. Real.... también.
Tal vez solo sea que el gris me inunda y me apaga.
Estoy deseando que aparezca un día Arco Iris pronto. Por mi salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario