No es que hayas sido un gran año ni mucho menos, pero tampoco has sido tan tan malo como para no despedirte como se debe.
He pasado por altos y bajos emocionales, no he avanzado en muchos aspectos y puede que en otros me haya quedado un poco parada, pero no pienso quejarme porque también me has dado cosas buenas.
He vuelto a escribir con ganas y eso es un logro después del parón tan lago que arrastraba. He sentido cosas que pensé que nunca más volvería a sentir y me he sentido viva otra vez. He entendido que tengo que dar ese salto que va a doler tanto para poder avanzar de verdad. Y lo más importante, he encontrado a alguien especial que hace que quiera hacer todas esas cosas, y no por él, sino por mi.
No has sido tan mal año después de todo, pero tengo que hablar seriamente con el 2010 para que se espabile y que te mejore en bastantes cosas, porque tengo muchas ganas de hacer mil planes y de pronto tengo la sensación de que el tiempo pasa demasiado rápido para mi.
Y no te preocupes, que cuando me acuerde del 2009 lo haré con muchísimo cariño.