18 noviembre, 2009

Una de hiperactividad...

Pues resulta que aparte de tropezón fácil también soy de escritura fácil.... y hoy tengo el día parlanchín.
Más bien tengo el día hiperactivo. El miércoles tiene una de esas escasas tardes en las que acabo relativamente pronto de trabajar por la tarde y puedo hacer otras cosas. Normalmente aprovecho para hacer cosas en el ordenador, arreglando fotos, enviando mails, y si tengo un ratito escribo alguna carta o sigo buscando palabras a mis cuentos inacabados.
Pues hoy me ha dado por algo nuevo. Hoy he decidido aprender a hacer bolillos.... si, si, encaje de bolillos. Esas labores que hacía mi bisabuela, que apenas hace la gente joven y que acabará siendo una de esas cosas que se pierden en el tiempo. Desgraciadamente.
Para mi sorpresa resulta que es mecánico, y con un sonido relajante. Supongo que a la larga será prejudicial para mi espalda... pero me ha enamorado.
Como hace años me enamoró el punto de cruz, o el repujado de estaño o la restauración de muebles. Solo que esto me parece que debo aprenderlo, para que tarde más en perderse la tradición.
Y mientras empiezo a liar hilos, a equivocarme con los cruces de los bolillos me he puesto a escuchar la radio, que es una de las pocas cosas que no te distraen de la labor. Hacía siglos que no me paraba a escucharla. Y resulta que he dado con una emisora que me ha sorprendido. Solo hablan en ingles, pero con un toque didáctico. Y como hace un montón que no hablo ingles he pensado que no estaría mal escuchar un poco. Para recuperar el oído.
Porque lo he perdido bastante. Suelo ver la mayoría de las películas en versión original, porque así se captan los matices que se pierden en el doblaje, pero normalmente aprendo poco, porque me quedo con la esencia de la peli y me olvido de muchos términos que no entiendo.
Antes, bueno hace años más bien, al llegar a casa los sábados por la noche me ponía la tele porque a esas horas siempre había alguna película en versión original subtitulada y terminaba dormida en el sofá. Pero aquello me educó muchísimo el oído y no perdí nada de mi ingles mientras mantuve la costumbre. Lo malo es que las costumbres cambian y perdí esa facilidad para expresarme y entender el ingles, y la facilidad para dormirme en el sofá.
Lo mismo ahora gracias a los bolillos vuelvo a hablar ingles.... vivan las antiguas tradiciones!
See you later!!!

1 comentario:

  1. Es una pena que las tradiciones, y estas de las que tu hablas en concreto, se pierdan, da mucha lastima ver como, ya no en cuestion de tradiciones, sino mas bien en otros aspectos, como segun avanza el tiempo, las nuevas generaciones, y las venideras, iremos acabando con el legado de nuestros abuel@s, como nos alejamos irremediablemente del verdadero valor de la vida, y nos hacemos cada vez mas y mas, seres inanimados, totalmente corrompidos, por los bienes materiales y la superficialidad. Espero que nosotros, en este, nuestro momento mantengamos esas raices de nuestros abuelos, en la medida de lo posible, siempre me dijeron, que no hay que olvidar de donde venimos, que razon tenian, que razon tienen, agur, bihar arte

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