13 noviembre, 2009

Gris

El gris es un color que combinado con otros me encanta, sobre todo en la ropa, pero si está solo como que me deprime un poco.
Y hoy tengo un día gris. Y solo hablo con personas grises. Así que mis pensamientos hoy son grises... muy grises.
En ese trabajo gris que me da para ganar dinero estoy rodeada de personas grises que me dejan agotada mentalmente por sus simplezas. Es de ese tipo de gente que me hace ruido, y no literalmente ruido, que también, si no más bien que me sobran para poder estar tranquila y a mi rollo.
Y mi situación personal tampoco es para echar cohetes. Digamos que la mediocridad de mi vida hace que esta también sea gris. Quiero algo mejor para mi, aunque creo que eso es algo que quiere la gran mayoría de la gente. La que no es gris me refiero.
Me faltan cosas que me den color, que me alegren el alma, la vida o lo que sea. Quiero un arco iris para mi. Que me haga reír y soñar.
Y como el tiempo no acompaña, pues ni el color ni el calor del sol me animan. Se que está ahí, detrás de tanta lluvia, de tanto viento y de tantas nubes, escondidito y asustado por tanto temporal.
Lo malo es que siempre guardo una sonrisa para los demás y así nunca se da cuenta nadie de que yo también necesito sonrisas, y ánimos, y palabras cariñosas, y besos, y abrazos. Yo reparto, pero de mi almacén particular y tengo la sensación de que estoy entrando en reserva.
Y para esto no hay gasolineras, no hay surtidores que me llenen el depósito de amor y alegría. Solo me lo podéis dar los demás. Pero me parece que no os dais cuenta de eso.

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