31 diciembre, 2009

2009

Te echare de menos, ya queda menos para que te vayas, mi querido 2009...
No es que hayas sido un gran año ni mucho menos, pero tampoco has sido tan tan malo como para no despedirte como se debe.
He pasado por altos y bajos emocionales, no he avanzado en muchos aspectos y puede que en otros me haya quedado un poco parada, pero no pienso quejarme porque también me has dado cosas buenas.
He vuelto a escribir con ganas y eso es un logro después del parón tan lago que arrastraba. He sentido cosas que pensé que nunca más volvería a sentir y me he sentido viva otra vez. He entendido que tengo que dar ese salto que va a doler tanto para poder avanzar de verdad. Y lo más importante, he encontrado a alguien especial que hace que quiera hacer todas esas cosas, y no por él, sino por mi.
No has sido tan mal año después de todo, pero tengo que hablar seriamente con el 2010 para que se espabile y que te mejore en bastantes cosas, porque tengo muchas ganas de hacer mil planes y de pronto tengo la sensación de que el tiempo pasa demasiado rápido para mi.
Y no te preocupes, que cuando me acuerde del 2009 lo haré con muchísimo cariño.

30 diciembre, 2009

Dias Arco Iris

Lo de tener un nombre poco común es algo que me encanta. Será por ser diferente en algo que todo el mundo que te conoce recuerda. Aunque tengo que aclarar que en mi casa somos dos, mi madre yo, las que repetimos nombre.
No lo llevo tan bien cuando me llaman por teléfono a casa y preguntan por mi, porque si es otra persona la que contesta en vez de yo misma lo que se oirá será un "¿madre o hija?". Y no hace demasiada gracia cuando la otra persona no sabe muy bien cuantas hay y dudan, que ya se ha dado el caso.
La otra cosa mala que tiene esto es que para estos nombres raros no hay una fecha señalada en el santoral, ni nada por el estilo. Así que cuando eres pequeño te fastidia que no tengas tu día especial por tu nombre como todos los demás. Mi padre tiene santo, mi hermano tiene santo, tooodos mis amigos tienen santo, menos mi madre y yo, que nos quedamos fuera de las celebraciones santoriles.
Y no se muy bien como, ya ni me acuerdo de cuando empecé, pero de pequeña me inventé mi propio santo. Me busqué los días Arco Iris.
Mi nombre tiene que ver claramente con él, así que simplemente decía que cuando salía el Arco Iris era mi santo, y buscaba alguna cosa para autoregalarme, una flor, una chuche, no tenía que ser algo de valor económico, solo algo que cambiase el día por uno especial. Y no es algo que pasase mucho a pesar de vivir en el norte, así que esos días eran todo un acontecimiento para mi.
Ahora de ya adulta me sigue haciendo muchísima ilusión ver un Arco Iris, y me alegra el día por muy gris que esté. Es como un guiño que me da la naturaleza de vez en cuando para ponerle un toque de color a mi vida. Es más, en cuanto me doy cuenta de que esa allí arriba, paro de hacer lo que esté haciendo, me quedo un rato mirandolo y disfrutando como cuando era niña. Ya no me autoregalo nada, porque el simple hecho de que aparezca un Arco Iris entre las nubes ya me parece suficiente regalo.
Normalmente esos días cambian para mejor por algún motivo. Lo mismo es que cambio mi actitud y eso redirige el día, pero me da igual la razón, solo se que después de ver esos colores cruzando el cielo algo especial pasa.
Hoy ha sido un día Arco Iris. Una mañana medio lluviosa medio soleada, y eso solo significa una cosa: altas probabilidades de que un Arco Iris haga su aparición. Así que no he parado de buscar uno hasta que por fin lo encontré. Era precioso y enorme. Nacía entre la niebla que cruza el rio y parecía querer acabar en pleno océano. Ha sido increible, porque no recuerdo ninguno así.
Y me he quedado tan feliz, pensando que el día iba a terminar bien, posiblemente mejor de lo que esperaba. Y así ha sido. Sería muy largo de contar y me podría enternizar contandolo pero hoy se ha cumplido lo de los días Arco Iris.
Resumiendo, me he ido de visita a la gran urbe con mi madre que tenía que comprar urgentemente útiles de trabajo y al terminar hemos estado paseando en el centro por una calle peatonal.
Y allí estaban, no eran más de 10 chicos y chicas con enormes letreros entre las manos con un mensaje bien claro: SE REGALAN ABRAZOS.
Casi me pongo a llorar de la emoción. Necesitaba urgentemente un abrazo que no se pida y tenía enfrente un montón de brazos abiertos hacia mi dispuestos a estrecharme con total cordialidad. Y como un resorte he saltado hacia ellos como si les conociera de antes, con una sonrisa en mi boca tan sincera como la suya. Y les he abrazado a casi todos. Solo me han faltado los que estaban abrazando a otras personas.
Lo mejor es que me he girado para ver donde se había quedado mi madre y me la he encontrado con la misma sonrisa que yo abrazando a todos aquellos chavales y felicitándoles el año nuevo.
Me ha encantado este día Arco Iris. Posiblemente el último del 2009, porque ya sería demasiado bueno que mañana se volviese a repetir, aunque nunca se sabe...
Los días Arco Iris son impredecibles.

29 diciembre, 2009

Sordera

Maldito catarro. Me tiene totalmente alelada y lo que es peor, medio sorda. Y es que esta vez el catarro me ha dejado los oídos taponados y un zumbidillo constante que amortigua cualquier tipo de sonido que haya a mi alrededor. A primera hora de la mañana ha sido de agradecer, porque parece ser que mis compañeros de trabajo hoy estaban de un simple que mejor no oír sus tonterías matinales. Pero según pasaban las horas ya me he dado cuenta de que el zumbido era insoportable. Literal.
Que mosqueo no oír bien el motor del coche, o llegar a casa y sentarme a la mesa con mi familia y no entender la conversación al 100%. Lo ser el centro de las bromas no me importa mucho, pero no enterarme siquiera de por que se ríen molesta bastante más.
Así que en medio de este silencio me he puesto a pensar. Si si, eso que hago en exceso y que me gusta tanto. Y me he acordado por millonésima vez que me apetece viajar. Pero no viajes cortos, si no un viaje de verdad, de maleta con muchas cosas en una mano y de plano del destino en la otra.
Vamos, lo que yo llamo viajar como a mi me gusta, caminando despacio, observando sin prisas disfrutando cada segundo y absorbiendo cada recuerdo como único. Guardando recuerdos en el bolsillo de la chaqueta para pegarlos en mi guía particular de viajes.
Porque yo tengo una guía de viajes personal. Una hecha por mi, y que nadie conoce, llena de dibujos, planos, recortes, tickets de compra, y un pequeño resumen de lo que fui sintiendo en cada momento. Y no solo están los pensamientos del momento, sino también lo que pienso al cabo de unos días, después de digerir la experiencia.
Me ayuda a recordar mejor el viaje, viendo por donde pasé cada día, cada ruta a pie, cada linea de autobús que tomé, cada semáforo que crucé. Y veo que hice más fotos un día que otro y entiendo por que fue. Es simplemente volver allí con mi mente.
Y como un pensamiento lleva a otro más rápido que nada en este mundo me acordé de mi viaje favorito, de ese que quiero repetir cuanto antes, y me da igual si voy sola o voy acompañada. Se que quiero volver a Londres.
Me fascina esa ciudad y la manera en la que la viví. No solo en mi ultimo viaje, sino en las tres ocasiones en las que fui de pasada cuando pasé mis veranos el Inglaterra. Londres es una de mis ciudades fetiche.
No se si es porque me siento parte de otro mundo estando allí o porque aquello es otro mundo diferente al mio, pero el caso es que me atrae hasta el infinito. Esa ciudad con calles llenas de vida, moderna y con historia, multicultural y en constante cambio. Y se que vivir allí no sería lo mismo que ir solo como una simple buscadora de vivencias (no me gusta eso de turista cuando hablo de Londres). Estoy segura que de vivir alli estaría llena de nostalgia y morriña, y que posiblemente no fuese todo tan idílico como cuando lo pienso ahora. Pero Londres tiene esa cara oculta que no conozco y que despierta en mi una curiosidad malsana, porque hace que me plantee una y mil veces escaparme para conocerla.
Locura? Quizás. Pero a fin de cuentas una locura bonita.
Así que entre pensar y no oír se me ha pasado el día casi volando y he dejado para la noche la sensación de soledad que me invade estos días.
Serán cosas del catarro.

28 diciembre, 2009

Esta noche....

... te dejaré entrar en mis sueños si me haces un hueco en los tuyos.

26 diciembre, 2009

Miedo a un no

Joer, que frío hace. Pero frío frío, que con la humedad parece que se me congelan hasta los huesos. Y he pillado un catarro de esos que te dejan agotada, y lo que de verdad me apetece es meterme en la cama, al calorcito. Preferiblemente al calor de pecho ajeno, para que negarlo, que es el que más cura. Eso es algo que me encanta.
Solo con pensarlo ya sonrío... quedarme dormida abrazada a alguien, posiblemente dejando una frase a medias, porque conociéndome se que pasaría. No creo que haya un placer mayor que saber durante el resto de la noche que tienes a alguien a quien quieres a escasos centímetros de tu cuerpo. Pero resulta que quien quiero que esté en mi cama no está.
Y por extraño que parezca no soy capaz de pedirle a ese alguien que venga a verme, que entre en mi cama a darme calor, que quiero que sea él quien me acompañe por las noches. Tengo miedo a que me diga que no. Como una quinceañera...
Es que llevo tantos tropezones que no me apetece pasar por uno más y así estoy.
La verdad es que a veces tengo miedos de lo más tontos, porque que podría haber de malo en que me digan que no? Como mucho que me quede poco más o menos como estoy, lo cual no cambiaría en exceso esta situación pero si que aclararía cosas. Y si la respuesta es sí, pues eso que gano, lo que de verdad quiero.
Pero aunque me seduzca mucho la idea el miedo sigue ahí y las ganas de no tener que volver a levantarme después de la caída del guindo también.

24 diciembre, 2009

24 de Diciembre

Tengo un par de entradas al blog a medio escribir, pero dada la fecha en la que estamos creo que lo mejor que puedo decir es:
Feliz Navidad!!!

Esto lo digo para aquellos que la celebren, y para los que no lo hagan, pues que disfruten del buen rollo que parece que tiene todo el mundo en estas fechas.

19 diciembre, 2009

Mientras leía.

La vuelta al trabajo no ha sido tan dura como pensaba. Eso sí, mi parada para el café se adelanta un ratillo y dura un poquiiiito más... alguna ventaja debía tener mi trabajo...jejeje.
Y el café lo acompaño del periódico local, para enterarme me lo que se cuece en el mundo mientras mi vida va a su ritmo tranquilo. Así que me enfrasco en todas esas cosas que no siempre son de todo mi interés, aunque me gusta leerlas de igual manera... que así seguramente tendré fuentes para hablar de rarezas con alguien.
Pero resulta que ayer una noticia llama mi atención: Terremoto en Portugal que se siente en Andalucía y Galicia. Y mi mente se pone a todo ritmo, leo a toda velocidad el resto de la noticia y de pronto caigo en la cuenta de una cosa. A esa hora, esa noche, yo estaba despierta en la cama, leyendo compulsivamente. Y lo sentí. Pero no supe hasta que lo leí en el periódico lo que había pasado.
Lo único bueno de las vacaciones fue que leí muuucho. Tanto que me estuve quedando varios días durmiendo escasas horas simplemente por el placer de leer un libro del tirón hasta caer rendida de sueño. Y ese día estaba leyendo, y me di cuenta de que mi cama se movió de una forma extraña, o al menos tuve esa sensación tan rara de que algo se movía a mi alrededor. Pero pensé que por culpa del fuerte temporal que había afuera estaba por lo menos flipando, o que la extraña postura que tenía mientras leía me estaba jugando una mala pasada. Y según seguía leyendo el libro me olvide por completo de lo que me acababa de pasar.
Ahora me da rabia no haber pensado en la posibilidad del terremoto, y no haber disfrutado o temido esa experiencia tan extraña como lo que fué... un auténtico terremoto!!! Y lo peor.... no darme cuenta hasta dos días después...
Si es que soy tan boba que para una vez que me pasa algo interesante ni tan siquiera me entero, que cruz!!

17 diciembre, 2009

Otra vez igual

No se que es más frustrante, si sentirme como una cría o dejar que me traten como a una cría. Aunque casi casi es lo mismo.
Odio cuando siento que no tengo salida, cuando desearía gritar y no puedo, cuando daría lo que fuese por poder salir corriendo.
Quiero vivir la vida que se supone que debía estar viviendo ya.

15 diciembre, 2009

Rompiendo la rutina

Esta mañana he empezado a asumir que en dos días se me acaban las mini vacaciones... justo cuando he empezado a asimilar que estaba de vacaciones. Y claro me han entrado las prisas porque tenía cientos de cosas por hacer y ya no me da tiempo a casi nada.
Así que hoy me he puesto a maniobrar de buena mañana. Banco, compritas que no puedo hacer normalmente y finalmente pasar la ITV a mi cochito.
Tengo que aclarar que lo de cochito es por el cariño y no por tamaño o edad. El mi pobre tiene 20 añitos de nada y es grande grande. Ha estado en mi familia desde que salió del concesionario, así que le tengo mucho aprecio. Le cuido todo lo que puedo, pero los años no pasan en balde y menos para él.
En la nave de ITV el caos de siempre, colas infernales a pesar de la cita previa y todo eso, y gente que no se entera de lo que va el tinglado. Ni que fuese demasiado complicado. En fin, que hora y media para que me dijesen que no está del todo sano el cochito. Y eso significa visita al taller y volver a pasar el suplicio de la ITV. Pero eso lo dejo para mañana, que solo de pensarlo me pongo enferma.
Después de eso me he ido a comer a la gran urbe ruidosa a la que voy un par de veces por semana. Comer sola tiene su encanto a veces, pero hoy no era buen día para la soledad y he disfrutado más bien poco del asunto. Eso sí, me he sentado al lado de una ventana y he podido observar la ciudad y a la gente que se mueve en ella. Sigue siendo algo que me resulta fascinante.
Después, y como antídoto al aburrimiento y la soledad, me he ido a la mejor librería que conozco antes de acudir al resto de mis obligaciones. He fichado un par de próximas adquisiciones y he vuelto a las calles la mar de contenta.
Bueno, contenta los tres primeros segundos, porque cuando he recordado el camino que tenía que tomar se ha esfumado esa alegría de un plumazo. Es que esta curiosa ciudad es todo una cuesta arriba, todas sus calles son inclinadas y a veces son un verdadero suplicio, porque cuando piensas que ya estás arriba ves como la siguiente calle sigue subiendo.
Así que me mentalicé y empecé el ascenso, con tan pocas ganas como se pueda uno imaginar, mirándome las botas al subir y resoplando a cada paso.
Pero menos mal que esta vida te responde a veces con pequeñas alegrías. La calle estaba desierta, ni un alma hacia arriba ni hacia abajo, ni un coche a lo lejos, ni una voz, y de pronto he visto bajar a toda velocidad una pequeña pelota sin dueño por el centro de la calle. Y me he apartado al verla pasar, como cuando alguien pasa corriendo a tu lado.
Me la he imaginado con prisa, porque llegaba tarde a algún sitio. Hasta me he inventado una historia explicando lo que le pasaba. Me giré para verla seguir bajando y botando a un ritmo acelerado. Ha sigo genial.
La verdad es que ha sido lo único que me ha hecho sonreir en gran parte del día.

13 diciembre, 2009

Sequia

Definitivamente estoy en plena sequía creativa.... a ver si me inspiro pronto porque empiezo a desesperarme.

09 diciembre, 2009

Mi conciencia.

Todos tenemos amigos. Unos te ayudan a que no te sientas solo, otros te hacen reír. Y yo tengo una amiga que es como la voz de mi conciencia. Mi Pepito Grillo particular. Me escucha, y me dice aquello que necesito oír, que no siempre es lo que yo quisiera, y no suele equivocarse mucho cuando te dice su opinión.
Da consejos con una seguridad increíble y los da a sabiendas de que, aunque no salgan bien, no te sentirás frustrado con el fracaso. Siempre me anima a vivir, y a valorar las cosas. Me conoce mejor que yo misma, igual que yo a ella, y aunque pasen meses sin hablar, sabemos con solo saludarnos si algo va bien o no.
Estos días a venido a verme. Sospechaba que yo no estaba bien, y no ha dudado en venir hasta donde se acaba la tierra, para ayudarme. Y aunque mi situación es complicada ella ha sabido decir las palabras justas que me dan el ánimo suficiente para seguir otro poquito más. Su visita ha sido sanadora y más aun porque yo no la llamé pidiendo ayuda. Me ha enseñado a ver mi gran quebradero de cabeza como lo que es, un problema, pero ahora lo veo con una lente diferente, sin filtros y de forma objetiva.
Sus prioridades han sido hasta hace poco muy similares a las mías, y en eso se basa nuestra amistad, queremos lo mismo en esta vida y luchamos igual. Tenemos formas distintas de ver muchas cosas, pero las prioridades las mismas. Si lo pienso seriamente así nos va a las dos.... nos salen bastantes cosas al revés, la verdad, aunque nos reímos de ello, que le vamos a hacer.
Pero el caso es que estos días con ella me han mostrado a una nueva persona, con nuevos miedos. Un accidente la ha convertido en una persona con un temor enorme a sentirse más sola de lo que ya está. Y si ella que es mi conciencia está así, pues como que es mi turno para hacerle ver lo afortunada que es, y la vida maravillosa que tiene.
Y quizás al decirlo me daré cuenta yo también de lo afortunada que soy por poder decir que mis sueños son alcanzables y que la felicidad la acaricio siempre con la punta de los dedos. Y ya es mucho.

04 diciembre, 2009

Mi hermano y yo.

Hablando con mi madre ha salido el tema de cuando eramos pequeños mi hermano y yo. Es algo de lo que le encanta hablar a todas las madres, sobre todo a la mia.
Solo somos dos hermanos y la diferencia de edad no es mucha, aunque en ciertos momentos parecía un abismo. Sobre todo cuando él nació o cuando era muy pequeño. Son 5 años, pero yo pase de ser la reina de la casa a tener que compartir el reino, y no debió hacerme mucha gracia porque entre que él era nuevo y que yo quería una niña pues como que no estaba demasiado contenta. Creo que esa ha sido la unica vez que he sentido celos en mi vida... pero según mi madre duró poquísimo. Menos mal.
Y al principio nuestra relación no era muy buena, lo bueno es que pasamos de ser unos niñatos que no nos haciamos ni caso a volvernos inseparables, a contarnos cosas, a compartir viajes y anécdotas, a llamarnos a las tantas de la mañana cuando uno de los dos no estaba bien. O cuando nos pasa algo genial. Nos apoyamos el uno al otro, y se nota.
Me ha hecho mucha gracia volver a recordar juegos y discusiones que teníamos muy a menudo. Cuando mezclabamos su escalextric con mis casas de Lego que poniamos alrededor del circuito, hasta que atropellaba a alguna de mis muñecas y yo montaba en cólera.
Pero las que más recuerdo son las broncas que teniamos cuando él leia mi diario y se cachondeaba todo el día. El muy listo era como un espía y lo dejaba todo tal cual, pero sus comentarios le delataban siempre. Que cosas, antes lloraba porque me leian y ahora lo estoy deseando.
La otra bronca que teniamos mucho era porque según él yo le miraba mucho.... jajaja era siempre el motivo de discusión en las comidas, pero yo lo hacía sin maldad.... lo juro!!
Lo de mirar fijamente es algo que hago aún hoy. Me gusta observar todo lo que me rodea, y a veces con demasiado detenimiento. Es como conocer un poco más todo lo que me rodea.
Si miro a alguien un rato y veo como se mueve al hablar, como gesticula, lo que dicen sus ojos... entonces creo conocer a esa persona tanto o más que por lo que dice. No es una ciencia exacta y seguro que me equivoco muchísimo, pero me resulta apasionante.
Me gusta mirar a lo ojos y ver expresiones diferentes, o a las manos, que es otra fuente de información. Ver como se sientan en un bar, como piden algo a un camarero o como revuelven el café. Es divertido y revelador.
Mucha gente se siente molesta e incomoda cuando lo haces, y aunque intento moderarme, a veces no lo puedo evitar. Me sale solo, como lo de tocar las piedras.
Un día debería apuntar cosas en las que me fijo que seguro que da para escribir y mucho.

03 diciembre, 2009

Así no

No me gusta empezar así las mañanas, así no.
No deberían nunca despertarte con una mala noticia, por lo menos deberías poder desayunar a gusto y pensar en las posibilidades del día. Hacer un plan de planes y dejar que las horas lo trastoquen todo. Pero si ya empiezas con el revés puesto, mal vamos.
Me han llamado para darme una noticia bastante triste, que aunque no es el fin del universo, si que es el fin de un pequeño mundo.
Una buena amiga mía ha perdido el bebé que esperaba... en el día de su cumpleaños. Y ya es su segundo aborto en menos de 2 años. Joer, no es justo. Llevan años intentando ser padres, y son la típica pareja que les ves con un niño de la mano. Les pega. Pero parece que se les pone todo en contra.
Esta vez parecía que el embarazo iba bien, y estábamos todos la mar de ilusionados con ese pequeñajo. Habíamos pensado hacer copias de la siguiente ecografía para tenerla todos. Uno más en la pandilla, decía el hijo de otros amigos.
Y que se le dice a alguien que en su cumple pierde la ilusión... felicitarle no precisamente. No puedo pensar en como se enfrentará a esto, otra vez. Hace un año ella, con un humor que a todos nos sorprendió, lo definió como cuando te roban el bolso. No te lo crees, no sabes como empezar a llorar y la sensación es de desorientación y vacío. No es dolor físico exclusivamente, es un dolor que está en el aire que respiras. Y ya no sabes que cosas de las que pensabas hacer las seguirás manteniendo en la agenda, las visitas al medico, las cositas que ibas a comprar para el bebé...
Está visto que los planes no salen nunca como uno quiere. Pero eso ella ya lo sabe, así que ya ha dicho que no se rendirá.
Pero hoy el día ha empezado mal y eso puede ser señal de que puede acabar peor, porque mis días suelen ir empeorando según pasan las horas, así que malo malo.
Iré a visitarla con una sonrisa, y con una cajita cargada de ilusiones, para que recargue ahora que tiene el nivel por los suelos.
Y mañana será otro día...para casi todos.

02 diciembre, 2009

You are great... you are amazing...

Con lo facil que es sonreir y lo que le cuesta a algunas personas...
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