30 septiembre, 2009

Heroes

Hace un año más o menos hice un curso de Galego, lengua que hablo desde niña pero de la que no podía demostrar su dominio por no tener un titulo homologado. Cosas que nacer en otra comunidad que no sea Galicia.
La verdad es que resultó muy divertido a pesar de lo pesado que resultan las clases de gramática y tener que aprender un montón de reglas de lenguaje y escritura. Pero era entretenido porque lo que más hacíamos era hablar y eso es lo que más hace que te quedes con las bases de un idioma.
Un día hablamos de cuales eran nuestros héroes personales. Personas a las que admirásemos por la razón que fuese. Cada uno nombraba a tres y contaba algo de ellos de manera concisa. Yo nombre a mis tres héroes. Uno es Vicente Ferrer, otro es mi abuelo y por ultimo, mas que una persona en concreto es un tipo de persona, los que luchan por sobrevivir día a día en condiciones adversas.
Los dos primeros resultaron obvios para casi todo el mundo, pero todos se sorprendieron con el último, así que me tocó exponer las razones de esa elección de una manera más detallada.
Los luchadores simplemente son los que se enfrentan con valentía a las adversidades de la vida. Entre los ejemplos que suelo poner hay dos: los inmigrantes que abandonan su país, dejando atrás a familia, amigos y la vida que conocen por buscar un trabajo mejor y un futuro para sus familias en un país del que apenas conocen algunas cosas. Me parece gente admirable. Son valientes y muy luchadores.
No me he encontrado nunca en ese tipo de situación y por lo tanto no tengo ni idea de lo que es estar lejos de todo lo que conoces y quieres, pero me imagino que debe ser muy duro, durísimo.
El otro ejemplo tiene nombre, se llama Gene, es amigo de mi familia y es el más claro ejemplo de lo que es luchar, mejor dicho LUCHAR.
Gene formó parte de lo que en Galicia llaman la generación perdida, esa generación que se topó de bruces con las drogas sin saber que esa "diversión" consumiría sus vidas hasta acabar con ellas. Gene, en medio de esa locura, conoció a la mujer de su vida y se convirtió en padre de una niña. Y su visión del mundo cambió por completo.
Pero estaba metido en un infierno del que no sería nada fácil salir. Y con mucho esfuerzo y mucha paciencia por su parte y por parte de su pareja salio de allí. Ya no tenía trabajo porque lo perdió por culpa de su mala vida, así que una vez la dejó atrás monto un pequeño negocio. Una tienda de comestibles en un pequeño pueblo, donde todos sabían de su pasado y pocos le dieron un voto de confianza. Pero él siguió adelante y demostró al mundo entero que nada podría pararle ahora.
Su hija y su mujer eran ahora su única droga y empezó a disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Decía que ahora estaba en sintonía con la Tierra.
Hace dos años le detectaron un tumor maligno e inoperable en el hígado. Pero eso tampoco le echo atrás. Lucho y lucho con todos sus medios, probó tratamientos experimentales, y solo él sabe lo que ha sufrido con todo eso.
Pero no siempre los que luchan ganan. Esta madrugada ha perdido definitivamente la batalla. Ya no me quedan héroes vivos.
Ahora solo quiero recordar una imagen de él. De cuando yo tendría unos 11 años y fuimos de excursión por el monte, y él fue el que tiro de todos los niños cuando no podíamos saltar un pequeño obstáculo. Me acuerdo de sus ojos llenos de vida ofreciéndome una mano para que siguiese. Para que luchase.
Porque la lucha es más valiosa cuanto más te has equivocado e intentas arreglar esos errores.

24 septiembre, 2009

Plagio

Mira que he tenido tema largo con el plagio.
Lo he criticado hasta la saciedad y no lo he comprendido nunca. Al menos no las cosas tan obvias que en cuanto las ves detectas el "copy paste" que han usado.
Y ahora resulta que me han plagiado a mi... increible. Solo ha sido una entrada de este blog, y tampoco es tan grave, pero me choca lo indecible. Era una entrada que escribí al principio de este blog, un día que sentia más que nunca que alguien desaprovechaba mi amor... y ahora alguien la hace pasar por suya. No lo sabía, pero eso duele bastante. Duele porque lo escribí con todo mi corazón, porque en esas palabras, como en todas las que escribo, estan todos mis sentimientos y una parte muy grande de mi misma.
Que alguien le gusta lo que escribo, pues estupendo. Que alguien siente que lo que escribo son las palabras que le gustaría decir, pues muy bien, que a mi tambien me pasa con otra gente. Pero que lo usen así sin más... joer, no me gusta.
No se, un gracias y pedir permiso no están de más, sobre todo porque no sabría decir que no si alguien me pide poder usar mis palabras. Me parece lo mínimo. A fin de cuenta es mio, no?
Y que conste que me siento muy alagada porque a esa persona le pareciese tan bueno como para ponerlo en su blog, pero las formas no me han gustado.
Gracias Kharen por dejarme el comentario que me avisó de esto. Gracias por leerme y valorarme. Vuelve cuando quieras.

21 septiembre, 2009

Mi peque

Hace poco más de un año que mi peque vino a vivir a casa. Es un perro tan amoroso que no me explico como nadie pudo abandonarlo en el monte. El pobre es todo amor incondicional.
No quiero ni pensar que de no haberlo traído a casa ahora estaría muerto. Porque el estado del pobre era lamentable. Casi lloro la primera vez que le vi.
Estaba hecho un ovillo en medio de unos arboles, y al oír el motor del coche levanto la cabecita y me miró con tanta angustia que me impactó. Ni siquiera se movió del sitio. No tenia casi fuerzas.
Le di un poco de agua y esa misma tarde le lleve algo de comida y más agua. Era un puñadito de huesos temblorosos. Y sus ojillos me miraban con una mezcla de miedo y agradecimiento. Creo que esa noche casi no dormí pensando en él. No entendía como había llegado allí, al medio del monte.
Todos los días iba a verle con un poco de comida y agua fresca y esperaba que solo estuviese perdido y que al llegar yo ya no estuviese allí porque habían vuelto a por él. Pero allí seguía cada día, en el mismo sitio. Parecía que esperaba por mi.
La veterinaria nos aconsejó no llevarlo a la protectora porque era muy pequeño y estaba muy débil como para estar en contacto con perros mas grandes e incluso enfermos. Mejor la calle...por duro que suene, nos dijo.
Y mi hermano y yo nos ganamos su confianza porque fuimos todos los días durante todo el verano a llevarle agua, comida blandita porque le faltaban bastantes dientes, y hasta una pastilla para desparasitarlo que fue como revivirle de golpe. Y él nos lo agradecía a su manera. En cuanto oía el coche lo reconocía y ese el único momento en el que le oíamos ladrar y se le notaba que era de alegría.
Pero el día que me enamoré de él fue cuando empezó a llorar cuando me fui y se puso a seguir el coche desesperado. En ese momento supe que lo llevaría a casa.
Lo preparé todo, visitamos a la veterinaria y convencí a mi madre, aunque eso fue por suerte lo más fácil. Y se vino a casa, asustado y delgaducho. Y de pronto yo tenía una nueva sombra, porque me seguía a todos los sitios.
Ahora es un perro feliz. Que ha engordado un poquillo, que se echa unas siestas al sol cual lagartija, que se acerca cariñoso pidiendo mimitos a cualquier hora como un gatito. Y lo que es mejor, que sabe que ahora no tiene que tener miedo a que le dejen. Forma parte de mi familia.
Todavía no entiendo como puede alguien abandonar así a un animal.

20 septiembre, 2009

Querido....

Esta sería la tipica carta que escribiria yo. Es más, es la carta que quisiera escribir yo. Me ha resultado curioso oirla en "Californication" y sentir que ya la tenía en mi cabeza... toda toda, pero evidentemente no para Karen y no firmada por Hank.


Querida Karen

Si estás leyendo esto, significa que he encontrado el valor para mandártelo. ¡Bravo por mi!. No me conoces muy bien pero si me lo permites, tengo tendencia a repetir una y otra vez lo duro que me resulta escribir, pero… esto es lo más difícil que he tenido que escribir nunca.

No existe una manera fácil de decirlo, así que simplemente lo diré. He conocido a alguien. Fue una casualidad, yo no lo estaba buscando, no lo planee, fue una tormenta perfecta. Ella dijo una cosa, yo dije otra, y cuando me di cuenta quería pasar el resto de mi vida en mitad de aquella conversación. Ahora tengo la sensación en mis entrañas de que puede ser ella… está completamente chiflada… de una forma que me hace sonreír… extremadamente neurótica y exige un mantenimiento exhaustivo.

Ella eres tú, Karen. Esa es la buena noticia. La mala es que no sé como estar contigo ahora. Me acojona. Porque si no estoy contigo inmediatamente tengo la sensación de que nos perderemos ahí fuera. Este es un mundo enorme y malo lleno de vueltas y recovecos y basta con parpadear para que desaparezca el momento… el momento que pudo cambiado todo. No sé lo que hay entre nosotros, y no puedo decirte por qué habrías de saltar al vacío por alguien como yo. Pero hueles tan bien… como el hogar, y haces un café excelente café, eso también es importante ¿verdad?

Llámame.

Infielmente tuyo,

Hank Moody.



Mi pueblo

Si hay algo que me gusta de mi nueva vida en un pueblo es que todo el mundo se saluda.
Aunque no se conozcan, si dos personas se cruzan en un camino sabes que va a salir un hola de una de esas bocas. No hay duda de que será así.
Me siento más en casa que cuando vivía en una ciudad, porque en las ciudades a veces no saludan ni los vecinos. A veces ni los que viven hace años puerta con puerta.
Y luego esta la familiaridad de la gente que vive cerca de ti. Que tengo un montón de pimientos... te regalo unos cuantos. Que estas enfermo...te llevo un bizcochito para que meriendes. Que te vas de viaje... te riegan el huerto y te dan de comer a los perros. Vamos una familia muy grande.
Pero también tiene algún inconveniente....la tranquilidad. Que es maravillosa para uno mismo, que es lo que más valoro de mi vida, pero que para las señoras mayores que no salen nunca de aquí supone un aburrimiento matador.
Y cuando se aburren hablan entre ellas de lo que conocen, es decir, la gente del pueblo, de su pequeño mundo. Y el marujeo y critequeo se convierten en algo eterno y malsano. Tampoco es que me preocupe mucho, pero me he fijado en eso desde hace mucho tiempo y por fin he encontrado un antídoto para que eso no me pase.
Yo cuando siento que el aburrimiento me supera me voy a pasear por el río, o a ver esos caminos alejados, las casas que están abandonadas, y veo como todo el pueblo nace y muere a trocitos y por zonas. Y veo las fincas llenas de matorrales que antes se sembraban y ya no, y los caminos de asfalto que tapan los viejos caminos de piedra. Sin darme cuenta me paso una tarde entera sin fijarme en el reloj.
Y si el aburrimiento ya es infernal me cojo el coche y recorro los 50 km que me separan de una urbe caótica y ruidosa y me estreso a gusto.
Voy a tiendas llenas de gente, a centros comerciales donde no oigo más que gritos y barullo. Y vuelvo al cabo de unas horas agradeciendo el silencio, y la tranquilidad de mi hogar.
Infalible.

18 septiembre, 2009

Ratita....de biblioteca.

Cuando ayer hable de mi abuelo me acorde de como me llamaba cuando me veía ojear aquellos papeles antiguos. Ratita.
Al principio me daba rabia y me enfadaba, pero con el tiempo me fue gustando. Y lo amplió a Ratita de biblioteca. Y acertó de pleno.
Soy una ratita de biblioteca. Me encanta entrar en las bibliotecas y buscar....lo que sea. Ver títulos de libros que no conocía, abrir los que me parecen más curiosos. Andar entre las estanterías con cientos de libros que desearía tener. En definitiva, rodearme de papel.
Si hay algo material que protejo y valoro más que nada son los libros. No me imagino mi vida sin ellos. No recuerdo ninguna parte de mi vida sin libros.
Los primeros regalos que me hicieron ...libros. Los regalos que siempre he pedido...libros. Y evidentemente, los regalos que siempre me hacen son libros. Y me encantan.
Lo primero que hago cuando un libro nuevo (o no tan nuevo) cae en mis manos por primera vez es olerlo. Recuerdo la ilusión con la que abría el paquete que cada año me enviaba una amiga de mi madre que tenia una librería en otro ciudad. Me mandaba libros para mi edad y luego un par de ellos para cuando fuese un poco más mayor....que ella sabia que leería en cuanto acabase los otros porque me podía la curiosidad.
Y si los acababa antes de recibir un nuevo paquete, que solía ser la mayoría de las ocasiones, los leía y releía un montón de veces, buscaba las partes que más me habían gustado y me apuntaba lo que me parecía más interesante. Me imaginaba finales alternativos, secuelas que no existían y como sería vivir en aquellos universos que leía.
Aún hoy releo los libros que más me gustan, incluso cuando era pequeña. Anoche fue El Principito. Hoy retomare mi lectura actual, pero seguro que otro día me entrara la nostalgia y leeré algún otro que tenga por ahí. Seguro, seguro.

17 septiembre, 2009

Plumas

Ya he dicho muchas veces que me gusta escribir a mano, y a ser posible con una pluma estilográfica. Pero lo que nunca he contado es que me gusta la caligrafía antigua, como la de los documentos antiguos.
Es que de pequeña pasaba los veranos en casa de mis abuelos y una de mis aficiones era abrir un viejo baúl de madera que tenia mi abuelo lleno de papeles y documentos antiguos que ya no eran de valor. Me pasaba las tardes que hacia malo viendo aquellos escritos, aquellas viejas escrituras, albaranes y mil cosas más.
Me intrigaba pensar en quien escribió aquellas cosas. Me gustaba aquel olor a papel viejo. Y me fijaba en la letra, redondeada, sinuosa, pero muy legible. Me parecía perfecta y elegante. Incluso intentaba imitar aquellas letras, una a una, fijándome en el trazo, repitiéndolas hasta que creía que se parecían.
Un día descubrí las viejas plumas de mi abuelo, pero estaban tan estropeadas que no almacenaban la tinta y no podía escribir, pero yo imitaba como se escribiría con ellas, sujetándolas correctamente y sin presionar aquellos plumines que me parecían tan frágiles. Me gustó lo que veía.
Hasta que un día me atreví a pedirle a mi madre que me comprase una para mi. No tendría más de 13 años, y tan solo me compraron una pluma muy sencillita de plástico, pero que escribía de maravilla. Me fascinó la facilidad con la que escribía, el sonido suave y rasgado que hacía sobre el papel. Y empecé a usarla para todo. Creo que era la única de mi clase que usaba pluma.
Y ahí empezó una afición que aún perdura.
Me encantan las plumas, no necesariamente las mejores ni las más caras, pero si las que según las veo me imagino como quedarán en mi mano mientras escribo y me gusta la idea. Y si está dentro de mis posibilidades la compro y si no, ahorro hasta que puedo comprarla.
Así que tengo una colección de plumas bonitas, que no buenas. Y van desde la de plástico sencillita hasta la más elegante metálica.
Y con ellas escribo con mi letra que parece del siglo pasado, las cartas que les mando a mis amigos, los apuntes de la carrera, los exámenes o la lista de la compra si hace falta.
Cualquier excusa me resulta buena para usar una pluma.


15 septiembre, 2009

Los perdí...

Me parece que estoy perdiendo las ilusiones, los sueños. Los apunte a lapiz en alguna parte de mi mente y poco a poco se han ido borrando. Tenia que haberlos pasado a limpio, y haberlos actualizado. Pero lo dejé para más adelante y ya es tarde.
Porque se me olvidaron, y por más que quiero recordarlos no los encuentro.
Y todo el mundo tiene grandes planes y grandes sueños. Luchan por grandes ilusiones y yo... yo sigo en el mismo sitio.
Ni para un lado ni para otro. Y me gustaría avanzar un poquito más. Pero ya no tengo aquel mapa de logros que había planeado y que estaba segura que podría completar antes de lo que pensaba. Lo perdí tambien, o simplemente la tinta se ha emborronado.
No voy a decir que soy un fracaso porque eso no me ayuda mucho en este momento, pero si me veo en el espejo no reconozco a la persona que soy. Quiero más para mi.
Quiero a mis sueños de vuelta, a mis ilusiones marcando el camino a seguir. Si supiese como los perdí lo mismo los recupero, si no es demasiado tarde.
Y a lo mejor si los encuentro será peor porque veré todas aquellas cosas que ya no podré hacer porque ya pasó su momento.
Quiero una ilusión nueva, solo una. Para no sentirme tan sola con mi mapa de la vida tan tan vacio.
Lo mismo debería pedirte ayuda.

14 septiembre, 2009

Miedo....

... a perder a un amigo por dejadez.
… a que desaparezca mi capacidad de escribir.
… a perder mis recuerdos.
… a que un incendio destruya todo lo que poseo.
… a perder la vista.
... a no avanzar, a no crecer, a no evolucionar.
... a que dejes de estar ahi.

09 septiembre, 2009

Mis pendientes

Hoy uno de mis alumnos me ha dicho que he perdido un pendiente. Hacia siglos que nadie me lo decía.
Es que lo mio es un caso raro, porque no los pierdo, directamente parece que lo pierdo porque solo llevo uno. Si, si, solo llevo uno. Concretamente el derecho aunque esto es algo que fue al azar.
A mi al nacer no me hicieron los correspondientes agujeros en las orejas que les hacen a todas las niñas con escasos días de vida. Mi madre tiene la culpa de eso, y se lo agradezco.
Ella consideró repetir lo que habían hecho también con ella, que tampoco lleva pendientes, porque a fin de cuentas es lo mas respetuoso. Mi abuelo al nacer mi madre se negó en rotundo a hacerle pasar a la niña por ese dolor, porque "yo soy su padre, no su dueño, y las orejas son suyas". Y mi madre nunca quiso hacerse los agujeros. Al nacer yo la historia se repitió. Mis padres son mis padres, pero mi cuerpo es mio. Y siempre me lo han hecho saber así, y por supuesto añadiendo que lo que le haga a mi cuerpo lo sufriré yo y solo yo.
Así que no me pusieron pendientes a pesar de que media familia me regalo pendientes hasta mi comunión, a ver si yo con la edad hacia lo que todas las otras niñas. Pero nunca quise, o mejor dicho, nunca me llamó tanto la atención como para pasar por ese incordio. Porque sé que no es un dolor tan horroroso, tan solo algo molesto.
Nunca jamas mis padres me han impedido hacer nada, así que siempre tuve claro que si un día me apetecía ponerlos podría hacerlo. Y cuando cumplí los 18 me apeteció.
Por aquel tiempo mi hermano decidió ponerse un pendiente (con 13 años) y yo, que fui con él, me dije: pues tu uno y yo otro. Y así fue. Un pendiente, solo uno.
Y me gusta llevar solo uno. Eso si, la gente piensa siempre que has perdido el otro. Y me hace gracia, porque por norma general si pierdo un pendiente siempre puedo seguir poniéndome su pareja, que total está sin estrenar.
Y con los años me puse un piercing en el ombligo, para compensar, pero solo uno. Y puede que pronto me ponga un tatuaje, pero solo uno.
Y mis padres no dicen nada. Porque me respetan, porque aceptan mis gustos, porque ellos me dieron una educación que me enseñó el respeto por los demás y sobre todo por uno mismo. E incluso hacen chistes con mi pendiente y mi piercing, por que no?
Me siento orgullosa de que mis padres me educaron sabiendo que soy su hija, su responsabilidad, pero no su propiedad. Que sepan que nunca he hecho ni haré tonterías con mi cuerpo, porque saben que soy consciente que esa propiedad es mía, la única que tengo y que tendré.
Y si algún día tengo una hija tampoco le pondré pendientes. Que se los ponga ella si quiere, que no quiero que diga que le queda mal si cambian las modas, que cambiarán.
Ah! y por si alguien se lo pregunta...cuando quiero usar los dos pendientes cambio el gancho de uno de ellos y le pongo uno de clip, que funcionan lo mismo y no tengo por que llevar una cicatriz en la otra oreja.

08 septiembre, 2009

Falar galego / Hablar gallego

Esto lo escribire en gallego, porque es asi como lo pienso ahora y luego lo traduciré.

Estou cansa de tanta tolería, de tanto ir e vir coa lingua. Estou orgullosa de falar galego, de poder pensar en galego, de poder utilizar o galego sempre que o necesito.
Foron moitos anos nos que a miña nai, o meu avó e tantisima xente non puideron expresarse con liberdade. Foron moitos os anos de loita.
E agora con tantos dereitos conseguidos temos que voltar atras. Que se galego si, que se galego non. É un atraso, e dos gordos.
Eu quero ter a opcion de usar o galego no meu dia a dia, de poder educar nunha escola na que falen galego aos meus fillos se asi considéroo, e a cona, poder dicirlle ao meu medico que me doe ata o alma se quero, pero en galego.
Pero non, agora resulta que por iso son galeguista. Pois o serei. Pero non obrigo a ninguén que o sexa, nin que esa sexa a unica opcion. O que queira falar o castelán que o fale. E parecerame perfecto, e ata poida que lle conteste en castelán se mo pide. Pero deixame a min falar galego se quero.
Eu falo galego e moitos dos meus amigos contéstanme en castelán e non por iso son menos amigos meus ou mais amigos. Simplemente énos indiferente a lingua que cada un elixa para expresarse, porque o unico que importa nesta vida é entenderse.
Porque todo redúcese a iso, a elixir sen obrigar.
Estou segura de que mañá apetecerame falar galego e usalo do mesmo xeito.
Niso os cataláns dannos mil voltas. Usan e defenden o seu idioma como aceno de identidade, e á min aínda non mo impuxeron en ningunha das miñas visitas a cataluña.
Isto non ten visos de cambiar, seguirase falando de algo como o ensino doutra lingua que non sexa o castelán ou o inglés, como algo negativo, e todo iso porque non entenden, non se decatan que todas esas linguas son unha riqueza non só para os cataláns, os navarros ou os galegos, é unha riqueza para todos.
O mesmo cando se dean conta xa é tarde.


Estoy cansada de tanta tontería, tanto ir y venir con la lengua. Estoy orgullosa de hablar gallego, de poder pensar en gallego, de poder utilizar el gallego siempre que lo necesito.
Fueron muchos años en los que mi madre, mi abuelo y tantísima gente no pudieron expresarse con libertad. Fueron muchos años de lucha.
Y ahora con tantas derechos conseguidos tenemos que volver atras. Que si gallego si, que si gallego no. Es un atraso, y de los gordos.
Yo quiero tener la opcion de usar el gallego en mi dia a dia, de poder educar en un colegio en el que hablen gallego a mis hijos si asi lo considero, y que coño, poder decirle a mi medico que me duele hasta el alma si quiero, pero en gallego.
Pero no, ahora resulta que por eso soy galeguista. Pues lo seré. Pero no obligo a nadie que lo sea, ni que esa sea la unica opcion. El que quiera usar el castellano que lo hable. Y me parecera perfecto, y hasta puede que le contestaré en castellano si me lo pide. Pero dejame a mi hablar gallego si quiero.
Yo hablo gallego y muchos de mis amigos me contestan en castellano y no por eso son menos amigos mios o mas amigos. Simplemente nos es indiferente la lengua que cada uno elija para expresarse, porque lo unico que importa en esta vida es entenderse.
Porque todo se reduce a eso, a elegir sin obligar.
Estoy segura de que mañana me apetecerá hablar gallego y usarlo del mismo modo.
En eso los catalanes nos dan mil vueltas. Usan y defienden su idioma como seña de identidad, y a mi todavía no me lo han impuesto en ninguna de mis visitas a cataluña.
Esto no tiene visos de cambiar, se seguirá hablando de algo como la enseñanza de otra lengua que no sea el castellano o el inglés, como algo negativo, y todo ello porque no entienden, no se enteran que todas esas lenguas son una riqueza no sólo para los catalanes, los navarros o los gallegos, es una riqueza para todos.
Lo mismo cuando se den cuenta ya es tarde.

07 septiembre, 2009

...

Y de repente solo hay silencio... como si todo a mi alrededor contuviese el aliento.

05 septiembre, 2009

Te necesito...

No me siento a gusto cuando necesito a alguien. Me siento vulnerable. Me siento desprotegida.
Pero ahora no me pasa eso. Me gusta necesitarte, me gusta como te echo de menos, me gusta lo que me provocas estando lejos.
Aunque preferiria tenerte en vez de necesitarte, verte en vez de echarte de menos y lo que me provocas cuando estas a mi lado.
Y como dice una canción que me gusta mucho:
Te echo de menos, le digo al aire
te busco, te pienso, te siento y siento
que como tu no habra nadie
y aqui te espero, con mi cajita de la vida
cansada, a oscuras, con miedo
y este frio, nadie me lo quita

Tengo razones, para buscarte
tengo necesidad de verte, de oirte, de hablarte
tengo razones, para esperarte
porque no creo que haya en el mundo nadie mas a quien ame
tengo razones, razones de sobra
para pedirle al viento que vuelvas
aunque sea como una sombra
tengo razones, para no quererte olvidar
porque el trocito de felicidad fuiste tu quien me lo dio a probar

El aire huele a ti, mi casa se cae porque no estas aqui
mis sabanas, mi pelo, mi ropa te buscan a ti
mis pies son como de carton
que voy arrastrando por cada rincon
mi cama se hace fria y gigante
y en ella me pierdo yo
mi casa se vuelve a caer
mis flores se mueren de pena
mis lagrimas son charquitos
que caen a mis pies
te mando besos de agua
q hagan un hueco en tu calma
te mando besos de agua
pa que bañen tu cuerpo y tu alma
te mando besos de agua
para que curen tus heridas
te mando besos de agua
de esos con los que tanto te reias




04 septiembre, 2009

Seis cosas sin importancia... o siete

Una vez puse aquí mis manías, que eran cinco pero al final añadí una sexta. Así que ahora directamente el listado es de seis. Son seis cosas sin importancia que me hacen feliz:

1.- Que me abracen sin que lo pida. Aunque siempre se los tenga que pedir a todo el mundo, así que valoro muchisimo los espontáneos.
2.- Salir a la calle a hacer fotos. Fotografiar porque sí, sin un motivo ni celebración, por el simple echo de ver con otros ojos lo que veo a diario.
3.- Ver cartas de alguien a quien quiero metidas en mi buzón. Escritas a mano, de las de toda la vida. Y si no las espero, mejor que mejor.
4.- Estrenar tacones y pisar firme. Cambiar la perspectiva de las cosas, verlo todo desde otra altura hace que me sienta mejor.
5.- Dormir en la playa o debajo del castaño en verano. Con el único sonido del viento moviendo las hojas o de las olas del mar. Y si es de noche, poder arroparme con un manto de estrellas.
6.- Tener ganas de hablar con alguien y que acto seguido me mande un mensaje al movil o se abra una ventanita del messenger. Es tener la certeza de que esa otra persona tenia las mismas ganas de hablar conmigo.

Y seguro que hay mil cosas mas, porque después de todo a mi me hacen feliz todas esas pequeñeces que a otros les pasan desapercibidas.
Supongo que podría añadir una séptima, y así en el siguiente listado que haga podré poner siete...jejeje

7.- El olor a tierra mojada cuando llueve. Me recuerda momentos mágicos con mi amiga del alma.

....y escuchar una cancion que me gusta muchisimo en la radio, ...y meter los pies en el mar esperando que este fria el agua y que no lo este, ...y ver fotos de hace años que que yo no sabia que existian, ...y ...y ...y

03 septiembre, 2009

Cartas

Creo que lo he dicho varias veces, pero me encanta escribir. Sobre todo escribir cartas.
Y es algo que, como la fotografía, me ha gustado toda la vida. En mi casa aun hay cartas que le mandaba a mis abuelos o a mis padres cuando estaba de vacaciones.
Y de pequeña idealizaba mucho el viaje que hacían las cartas para llegar a su destino. Con los años y la experiencia de trabajar en Correos he dejado de idealizar ese proceso.
Hoy en día es todo mecánico, impersonal. Hasta las cartas son impersonales. Pero de eso ya hablé en otra ocasión. Esta vez voy a hablar de lo que es ser cartero.
Supongo que ser cartero en una ciudad grande sera bastante sencillito. Portal-timbre-buzones. Pero ser cartero en el rural es otra historia.
Si empiezo por decir que la clasificación de las cartas es misión imposible me quedo corta. Calles huérfanas de nombre, con infinidad de transversales, casas diseminadas y números que parecen seguir el orden del bingo en vez de un plan urbanístico.
Las cartas de los bancos llevan una dirección que no coincide con la que traen cartas del ayuntamiento o de la compañía eléctrica. Comienza el caos. La experiencia y las indicaciones de otros carteros que han trabajado en la zona ayuda a que la huida no sea una opción. Todos apuntan cosas en planos llenos de indicaciones, dibujitos y listados de nombres y vecinos.
Luego cargo mi coche particular de cartas y paquetes, porque supuestamente tengo que hacerlo a pie....y como que no me apetece andar unos 7 kilómetros con varios kilos de cartas al hombro. Ahí empieza el rally. Mi cochecito sufre lo suyo, paradas y arranques, caminos de piedras y un montón de baches. Eso sin contar cuando no calculo bien los anchos de los caminos y rascazo que te va... lo dicho un rally.
También tienen su miga los buzones, o mejor dicho la ausencia de ellos. Bolsas viejas colgadas de algún lado, muebles viejos, huecos en las paredes... o directamente nada. Ahí entra el momento de echarle imaginación y buscar un ventana o una reja donde puedan verlas. Con el tiempo los vecinos te van contando donde puedes dejárselas, pero al principio acordarse de todo tiene merito.
Es mi día a día... camino de la derecha, buzón negro, ras.

Tengo...

Hoy no puedo dormir, otra vez.
Tengo la cabeza en constante ebullición.
Tengo la necesidad de pasar las noches en vela para poder escribirte.
Tengo nostalgia de cosas que no pasaron y que no se si pasarán.
Tengo un miedo atroz a la vida sin vida.
Tengo ganas de raptarte "porsiemprejamas", pero no se si te dejaras.
Tengo sueño de sueños, pero en los que estés tu.

01 septiembre, 2009

Mi espalda

Me duele la espalda. No es un dolor insoportable, pero si constante e incomodo.
Lo mas gracioso de mis dolores de espalda es que según mi medico de cabecera los tengo porque quiero, que es postural. Vale, será postural y tendré que cambiar mis hábitos a la hora de sentarme, pero vamos... que yo no quiero que me duela ni mucho menos.
Y lo que es peor, como mi medico no me da soluciones tengo que recurrir a un fisio para que me arregle, y además de doler la espalda, me duele la cartera.
Que conste que es un dinero que doy por bien empleado. Aunque suene paradójico que pague a alguien que para que me quite un dolor haciendome más daño. Porque el jodio de Pablo hace daño y mucho. Se que lo hace por mi bien, pero en esos momentos le mataría.
Ayer fuí por enesima vez a la consulta, porque hace meses que me esta tratando una contractura que por fin puedo dar por curada, pero tenia cargada toda la espalda y me dio un masaje que dolió una barbaridad. Y hoy por la mañana descubro que tengo un moratón estupendo del lado derecho, pero... oh, sorpresa!! no me duele nada de nada. Y me giro y me retuerzo para ver si hay alguna postura en la que me duela, pero nada. Este tío es un genio.
Lo malo es que como me siento tan bien no me doy cuenta de las malas posturas que voy cogiendo con el ordenador o en el trabajo. Así que es un circulo vicioso... no me duele nada y abuso de mi buen estado, que deja de ser tan bueno al poco tiempo y tengo que recurrir al fisio para que me arregle.
En fin, que lo que esta claro es que Pablo se va a forrar con mis contracturas... si al final le estoy pagando las vacaciones, lo se, lo se.