21 octubre, 2009

Lo que puedo...y debo

Desde bien pequeña he sido consciente del daño que el hombre hace sobre la Tierra, en todas las variables posibles. Daña su entorno, daña a los que conviven en su entorno y sobre todo se daña a si mismo. Y desde bien pequeña he intentado, desde mi minúscula posición en el mundo, aminorar esos daños.
Nunca he tolerado el daño a la naturaleza, ni a los animales, ni a otras personas, y no precisamente en ese orden, simplemente no me gustan los abusos de ningún tipo.
Creo que todos formamos parte del mismo circulo de vida y por lo tanto cualquier daño que hagas a tu alrededor te volverá a ti mismo tarde o temprano, vamos, el efecto mariposa. Básicamente creo en el equilibrio. Y el equilibrio es complicado.
Me he planteado millones de posibilidades para ayudar y no siempre es fácil, y valorar quien necesita más tu ayuda es una tarea agotadora. Entonces tienes que ver cuales son tus posibilidades y decides.
Pero mira tu por donde siempre hay alguien que te juzga por lo que no haces, o lo que es peor, te juzga porque lo que haces no es suficiente.
Cada cual hace lo que humanamente puede según su situación y juzgar a los demás es creerse un ser superior. Eso no va conmigo.
Nadie puede infravalorar el esfuerzo de cualquier persona por ayudar, porque quizás hubo un momento en el que tu ayudabas menos. La conciencia evoluciona de forma diferente de unas personas a otras y no por eso son peores unos que otros.
Hay a quien un día se le conecta un chip y decide dar un vuelco a su vida. Así sin más. Cualquier otra cosa que implique un cambio radical.
Pero otros vamos más lentos. Meditamos más las acciones y vamos dando pequeños pasitos que nos acercan a lo que pensamos que es correcto. Y eso no significa que sea peor. Sigo pensando que es ayuda.
Y cuando llega alguien que me juzga porque mis pasos son pequeños yo me pregunto que pensarían ellos si yo les juzgase por lo que no hacían antes del cambio. Porque puede ser que yo si hiciera cosas antes. O pienso si solo será un arrebato temporal, porque lo mio es no es simplemente una moda pasajera.
Así que como opino que todos estamos en la misma bici, pues no hago caso y sigo a lo mio, sin flaquear, dando los pasitos que necesite y punto, que el resultado merece la pena. Además esto no es una competición infantil por ver quien es mejor. El objetivo está en otro sitio.
Antes me preocuparía en esas mentes que ni tan siquiera están concienciadas. Esas son las que de verdad me quitan el sueño.

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