20 agosto, 2010

Suerte

Por norma general la gente tiene pavor a ser un gafe. No es muy agradable traer mala suerte.
Yo por el contrario suelo traer buena suerte. Y aunque suene mal, lo odio. Me explico antes de que se malinterprete lo que digo.
A lo que me refiero es que transfiero la buena suerte que yo tengo a los demás y me quedo sin ella.
Y es un dilema. Puedo ser feliz por ver esa buena suerte en gente a quien quiero, o puedo amargarme porque esa suerte desaparece de mi vida. Y casi que quiero ser un poco egoísta, pero no me sale muy bien.
Es complicado, porque llevo fijándome en esto mucho tiempo, y resulta que es cierto. Tengo una crisis existencial y se lo cuento a alguien que está como yo. Al poco tiempo esa persona encuentra algo que da una vuelta a su vida y yo veo como la oportunidad me pasa rozando. Buscamos proyectos entre varios, todos aportamos ideas y todos encuentran uno que sale adelante menos yo. Creo que encuentro el amor con alguien y ese alguien se encuentra con el amor de su vida, o se decide por otra que no soy yo, o vuelve con su ex, pero yo me quedo fuera. Le explico a alguien como buscar una salida a un problema común y la otra persona sale y yo sigo dentro, más adentro que antes. Le cuento a cualquiera cual es mi plan de huida y a mi se me hunde el barco mientras a esa persona le ofrecen la misma salida que yo busco pero a la puerta de casa.
Y hasta ahora me alegraba, porque veo a toda esa gente que quiero y adoro felices, con esa suerte que no tenían. Pero cuando me dan las gracias por abrirles los ojos se me cae el mundo encima, porque tengo la sensación que para abrírselos a ellos los cierro yo. Les veo sonreír y sonrío con ellos pero mi sonrisa encierra mucha tristeza, demasiada.
No es que sea supersticiosa ni nada de eso, pero creo lo que veo, aunque tampoco me molesto mucho en buscar una razón a los acontecimientos.
Quizás no sea así, pero lo que está claro es que algo estoy haciendo mal si toda esa buena suerte que creo estar creando no la estoy creando para mi, si no para los demás.
No es algo tan malo cuando al menos uno va capeando el temporal, pero es que yo ahora mismo tengo la tormenta perfecta sobrevolando mi cabeza y yo también quiero tener algo bueno.
Yo que se... la verdad es que es demasiado tarde para entrar en estos razonamientos tan extraños.
Será la falta de sueño y el exceso de ideas lo que me hace tener el cerebro aturdido y ofuscado.
Será eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario