30 mayo, 2010

Embelesada

Hace un par de años conocí un grupo de música que son de cerca de donde yo vivo. Son ocho componentes, dos hermanos argentinos y unos cuantos amigos que tocan juntos y se divierten con lo que hacen. Uno de esos hermanos me cae muy bien y aunque no tenemos una relación muy cercana me siento muy a gusto cuando me lo encuentro y hablamos, o cuando le veo en un concierto. Es un tipo majo y además el grupo es muy bueno.
Ayer fuí a uno de sus conciertos y al entrar en el local le busqué con la mirada. Estaba como ansiosa, no se explicarlo bien. Fué una sensación extraña porque realmente con quien más trato tengo es con los otros componenetes del grupo y sin embargo solo tenía ganas de verle a él.
Estaba al fondo de la barra, distraido, bebiendo una cerveza. Por primera vez me di cuenta de lo guapo que es. Parece raro despues de verlo tantísimas veces en los ultimos meses y no ser consciente de eso hasta ahora, pero me fascinó la sensación.
Queria estar a su lado, pero me temblaban las piernas como a una adolescente, así que empecé a saludar a todo el mundo evitandole a él y dejandole para el final.
De pronto se mezclaron nuestras miradas y sonó como un chasquido dentro de mi. Definitivamente pasó algo con lo que yo no contaba. Sentí que le pertenecía. Me quedé completamente embelesada.
Fué un concierto demasido raro. No podía dejar de mirarle mientras tocaba la guitarra y a pesar que él llevaba gafas de sol tenía la certeza de que me estaba mirando a mi. Hasta se equivocó con la melodía mientras nos mirabamos fijamente.
Acabó el concierto y cada uno se quedó en el local con quien debía estar, pero nos seguiamos constantemente con la mirada. No era algo llamativo, pero los dos nos situabamos de forma que nos podiamos ver.
Me sentía furiosa por no poder tocarle, por no poder decirle lo que me estaba pasando. Pero me sentía más furiosa aún porque estoy completamente segura de que va a ser imposible que pase nada nunca entre nosotros. Quizás nos separen más cosas de las que nos unen.
A la hora de marcharme pasé a su lado y me agarró de la cintura. Me miró fijamente a los ojos y los desvió solo para acercar su boca a mi oido para decirme en un susurro que mi presencia era un placer y darme las gracias.
Casi me derrito.
Casi me mata su novia al verle.
Casi me mata mi novio al verme.

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