18 junio, 2009

La mosca

Hay pocas cosas que me resulten tan molestas como una mosca por la mañana. Bueno, eso y que no me digan las cosas con sinceridad....pero no voy a empezar a divagar.
El caso es que esta madrugada una mosca se ha colado en mi habitación, acabando de golpe con mis últimos sueños de la noche.
Yo me la imagino merodeando, al acecho alrededor de mi cama hasta que al final la he oído y me he despertado.
Ese zumbido constante que solo paraba cuando se apoyaba en mi cara o en mis brazos y mordía a placer. Que jodía...
Tras varios manotazos que no han hecho mas que alterarla más he decidido hacer uso de mi arma secreta....la sabana antibalas, esa que de pequeña me defendía de los fantasmas, y me he tapado hasta el ultimo pelo de la cabeza. Pero al rato el calor ha podido más que yo y he tenido que sacar la pata para refrescarme.
Y la mosca, que con tanto ojo ve mejor que un lince, ha ido directita a mi tobillo y mordiscos a discreción. Y ese zumbido que no paraba...
Al final he pensado que lo más lógico era levantarme, que al menos podría hacer algo productivo. Y ha sido levantarme y la mosca desaparecer.
Ya no se si es peor una mosca cojonera por la mañana o el insomnio...
Que cruz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario