03 junio, 2009

Tacto

El otro día hablaba de como tocar un piedra me llena de energía positiva. Es instintivo, casi podría decir que no lo controlo.
Paseo por una ciudad, por un pueblo y de pronto estoy tocando las piedras de los edificios con la punta de los dedos mientras voy andando, como una caricia. Se me van las manos.
Me gusta cuando una piedra de una iglesia esta caliente por el sol a pesar de que hace rato que se ha puesto o que luego en el interior la misma piedra esta fría. Me gusta ver las diferentes rugosidades de la piedra....tocarlas.
Y tocar las flores es increíble...tan suaves, tan delicadas... Si lo piensas resultan casi mágicas.
El tacto es el sentido más fantástico que hay, menos evidente que el oído o la vista y más completo que el gusto o el olfato.
Puedes disfrutar de él con todo tu cuerpo, no solo con las manos. Abrazar, besar, andar descalzo, meterte en una cama con las sabanas recién puestas, sentir como un bebé te agarra con fuerza.
El simple roce de tu pierna con la persona que te gusta puede hacerte estremecer, sin que ello implique nada más.
Tocar y ser tocado, notar como con una caricia la textura de la piel cambia.
El contacto de tu piel con la de alguien a quien quieres.
No hay nada que se parezca a eso, nada.

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